La gran ventana de Netflix y su gran personaje en El Marginal hicieron que le surgiera una oportunidad que no había tenido antes: filmar en Colombia. Gerardo Romano vuelve al cine con una historia de amor, que le permite seguir ampliando el repertorio de su extensa y diversa carrera. Lo hace de la mano de Flora Martínez, quien produce, dirige y protagoniza su ópera prima, Itzia, tango & cacao, un largometraje de 90 minutos en el que interpreta a una mujer sorda que encuentra el amor, en una trama que marida el realismo mágico y el tango.

Fue el escritor del guion, el uruguayo José Reinoso, pareja de la directora, el que sugirió el nombre del argentino para el papel de un bandoneonista entristecido que necesitaba la historia: ”Es un proyecto maravilloso que une lo mejor de una tierra que es mucho más que narcotráfico y violencia. Es más que minas en bolas, merca y selva. Hay algo más allá de los hipopótamos de Escobar Gaviria. Eso me gustó. Es una historia muy colombiana, pero a su vez muy humana, universal, con un tono muy de ensoñación. Filmamos unos 50 o 60 kilómetros al noreste de Bogotá, en un pueblo que se llama Zipaquirá, donde Gabriel García Márquez estudió en la década de 1940, por lo la llaman la cuna del realismo mágico. Eso ya era un gran atractivo”, confiesa el actor, que en los últimos días salió de una internación por una neumonía que lo tuvo mal. “Pero hay que seguir luchando y estrenar una película en este contexto siempre es una alegría”, admite.

Romano comenzó conversaciones, se puso de acuerdo en cómo hacer el personaje y viajó a conocer el set, todos espacios naturales de una ciudad colonial de piedra con una catedral de sal subterránea y otros atractivos que condicionan una historia sin tiempo. “Colombia tiene una gran potencia dramática, en su naturaleza y en su forma de hablar y de ser en lo cotidiano. Es una lástima que por la cercanía con los Estados Unidos, y lo que el gigante del norte espera de ese territorio, asociemos a un país espectacular con la cocaína. Los yankees necesitan esa producción, y juegan con eso, afectando una realidad; pero la verdad que esta es una película que va a contrapelo de esos lugares comunes: me gustó algo que no sea falopa, ni descontrol, sino algo sensible, profundo, fuera de lo vendedor”.

Gerardo Romano interpreta a un bandoneonista uruguayo.

Escapar a eso es el fuerte de este film que se estrena esta semana luego de un largo recorrido por múltiples festivales. “Es una historia de amor. Pero una que también tiene amargor. Porque mi personaje transita lo más doloroso que le puede pasar a un ser humano que es la muerte de un hijo, y a pesar de esto tiene la capacidad de continuar y volver a abrir la chance de amar. Transitar la búsqueda del esfuerzo que significa vivir cuando la tristeza todo lo invade. Es una película que busca mostrar que a veces una tragedia puede ser el motor para seguir intentando lo más valioso que tenemos que es la capacidad de amar. La pérdida de un hijo es de las peores cosas que te pueden pasar, y este guion lo enfrenta con solidez e invitando a reflexionar sobre eso. No es algo fácil pero por suerte el arte tiene la chance de jugar con los recursos creativos para llegar a un punto, pero poder tratar de entender cómo sobrellevar esas dificultades que nos tocan o nos podrían llegar a pasar, remarcando la fortaleza de los humanos para seguir adelante”, considera el actor.

Ruben es el personaje que encarna Gerardo Romano en esta ocasión. Es un músico que azarosamente va a trabajar a Colombia y pierde a su hija. Entonces renuncia a volver a Montevideo, quedando anclado en una plaza en este pueblo. “El ambiente es un personaje más. Las locaciones hermosas nos daban algo extra. Nos condicionaba, pero nos daba también esa motivación para darle a los personajes la impronta que necesitaban. Todo era de piedra, y esa resistencia era lo que muchas veces vence al tiempo. Es una película que habla de no perder la esperanza y de que la batalla que se pierde es la que se entrega. El motor es no renunciar al amor”. 

El histrión admite que le gusta probar nuevos lenguajes, personajes distintos. “Cuanta más posibilidades de identificación generás, sos mejor actor y uno siempre está aprendiendo e intentando salir por nuevas vías. En este caso hago de uruguayo, y es algo que puedo entender o pude crear con algo que me es cercano: tengo una hija que vive ahí, en Montevideo. Es un país que amo, y pude aportar una manera de ser bien creíble, pero son aportes que si no los tuviese los buscaría. Siempre hay un costado propio y algo que le inventamos a los personajes. Uno tiene que sincronizar detalles para encarnar a alguien más. Para estar cómodo”. Romano cree que las películas en las que mejor la pasa son aquellas en las que disfruta del set, de repetir las escenas y en las que logra empatizar con los compañeros y compañeras. “Todo eso paso en este film. Estuvimos un mes en ese pueblo mágico, fue de una riqueza maravillosa y una experiencia que agradezco que me llegue a esta edad y renueva las ganas por esta profesión”.

Itzia, Tango & Cacao se estrena el 17 de octubre.

Siempre fue alguien que se expresó políticamente e ideológicamente, tanto en declaraciones como en las elecciones laborales, y en estos tiempos es inevitable que Romano aporte algo al debate: “Estoy muy preocupado y angustiado por la situación del país. Es doloroso ver semejante destrucción avanzar. Ni en mis más desatadas pesadillas pasaba esto. Jamás se me hubiera ocurrido que pudiera acontecer esta historia que estamos viviendo con el señor de la motosierra. No solo en la cultura, que es constantemente atacada, sino en muchos ámbitos que parecían no poder ser avasallados de esta manera. Este es un padecimiento que difícilmente podremos olvidar”.

Para él es difícil pensar en la reconstrucción y más en cómo ponerle freno a este avance de las derechas. El daño es duro. “Es fácil destruir, difícil construir. Eso siempre fue así. Pero el arte es resistencia. El ataque te moviliza a querer hacer, mueve a la acción. Pero en esta batalla que estamos perdiendo no sabemos hasta dónde podemos ir, dónde puede terminar todo. No tengo memoria de algo tan salvaje. Lo que está aconteciendo es algo tremendo y tendremos que reflexionar mucho para ver una salida posible. No queda más que luchar”.

¿Cuándo?

Itzia, Tango & Cacao. Un film de Flora Martínez, escrito por Jose Reinoso con Gerardo Romano, Hermes Camelo, Julián Díaz, Patricia Ércole, Carmiña Martínez, José Acosta Soto, Ana Wills, Julio Pachón y gran elenco. Estrena en salas el 17 de octubre.