Ferdydurke es una obra excéntrica donde, fiel a su autor, el literato polaco Witold Gombrowicz, la esencia de las formas obedece a una constante pelea idiomática del siglo XX, en el centro de la construcción nacional: bocas torcidas, tonos estirados, definiciones enfáticas entre arrabaleros y españolados. En una esquina de Palermo, en el cruce de Niceto Vega y Armenia donde se encuentra el teatro Tadrón, todos los sábados a las 18:30 escuchamos frases potentes, ágiles, distinguidas y finas.

Y la puesta propone más: versátiles actrices que actúan a Pepe, al Polilla, al profesor Pimko, al peón de estancia, al asiático; a la Tía, a la colegiala, con una dinámica genial y propia de una red espacial que hace perder el sentido del ser en escena. ¿Cuántas son? ¿Cuál es la puerta al escenario por donde se mueven, entran y salen?

Ferdydurke propone un teatro de la forma, del espectador apelado, del narrador que ordena la historia, su propia historia, tan desesperado, tan veloz, sin perder aliento y con el sentido rebotado. El trabajo con la luz acompaña de un modo inexorable lo que sucede o propone suceder. Su iluminador, Ricardo Sica, trabajó desde los ensayos con una dinámica sensible a la temporalidad y con una propuesta clara de dirección. El porqué del color “es pura sensación”, dice y enfoca:

“En esta obra conté un mundo raro. De todo lo que dice este personaje –Pepe– sobre lo que le pasó en la infancia, surgió un color enrarecido, es filtro de un pasado turbio y fuera de lo normal. En los momentos o cuadros musicales hubo un armado al estilo de un videoclip. En este sentido, va por fuera de la obra y respondió a la decisión de la dirección, lo que me gustó mucho. A eso le agregué más color y lo embellecí para dar cuenta de los momentos más lindos que puede vivir esta persona”

Comunicaciones telefónicas, de cartas, canciones de pista, tecleos de piano y cuerdas mínimas, las transmisiones puntean los cortes como los agites a público. Desde el inicio al fin, los roles cuchillean la pesadilla por el origen y la pertenencia, la lucha por la liberación entre la dicotomía madurez-juventud, en 1930. Es una creación astuta y personal, con actuaciones propias y reconocidas en un proyecto comisionado por la Embajada de Polonia en Buenos Aires y el Festival Internacional Gombrowicz de Radom.

Ficha técnico artística 

Autoría: Witold Gombrowicz 

Dramaturgia: Alejandro Genes Radawski 

Actúan: Lujan Bournot, Celeste Caruso, Cecilia De Paoli, Camila Docampo 

Vestuario: Antonela Marcello 

Escenografía: Marko Bregar 

Iluminación: Ricardo Sica 

Asistencia de dirección: Marko Bregar 

Coordinación de dirección: Alejandro Genes Radawski 

Dirección: Alejandro Genes Radawski 

TADRON TEATRO Y CAFÉ Niceto Vega 4802. Capital Federal 

Entrada: $ 150,00 / $ 120,00 – Sábado – 18:30 hs – Hasta el 05/11/2016

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