La carrera como solista de Jorge Rojas empezó hace una década y el particular cumpleaños le llegó al cantante con ganas de soltarle las riendas a su necesidad de búsqueda. Junto a sus hermanos («Indio» y Alfredo) dividió la gran banda que los acompañaba y editó su disco Aniversario que presentará el 14, 15 y 16 en el teatro Gran Rex.
Estos diez años naturalmente llegaron con una necesidad de cambio para mí y mi familia. Cuando se acercaba este aniversario, maduraba la idea de que pudiéramos mostrar dos escenas, cuenta Rojas a Tiempo.
Desde que el cantante dejó Los Nocheros e inició su camino solista, lo hizo en compañía de sus hermanos que hoy abren un nuevo rumbo musical con la edición de Yo soy el Indio, el disco que presentarán esta noche en La Trastienda. El crecimiento de mis hermanos hizo que nuestro espectáculo sea muy grande. Pasábamos mucho tiempo arriba del escenario tratando de mostrar lo que teníamos. Por un lado estaba mi parte que iba a la fusión y por otro el trabajo de ellos con la raíz folklórica y la danza, explica el cantante.
Sentí que Indio y Alfredo estaban listos para llevar adelante su propuesta folklórica que tenía que estar liderada por el Indio y a su vez que yo podía irme tranquilo por el lado de la fusión desde lo interpretativo», comenta.
¿Cómo se resolvió el trabajo musical?
A esa gran banda de instrumentos que nos acompañaba, la abrimos en dos espectáculos. Para un lado quedaron la percusión, el violín y el bandoneón y para el otro, el bajo, la guitarra eléctrica, la batería y el acordeón como el gran instrumento que une los sonidos latinoamericanos.
¿Por qué la necesidad de comenzar otra búsqueda dentro de la música?
Tiene que ver con creer que lo podés hacer. Yo ya sé que puedo cantar una zamba, una chacarera, y me juego por la fusión con la canción que tiene características de balada. Cuando apareció esta idea quise darle protagonismo al intérprete más que al compositor que siempre me lleva al folklore. Ahí empecé a buscar letras porque en el disco de Indio dejo mi parte folklórica y en el mío dejo otra mirada. Lo primero que hice fue tratar de interpretar esas canciones que no habían sido compuestas para mí. Conozco perfectamente mi registro, entonces componía sabiendo mis limitaciones y quería ver qué pasaba con los temas que no estaban hechos a mi medida. Este disco me hizo trabajar muchísimo y me hizo crecer. Fue un trabajo de muchos meses.
¿Dejaste de poner atención a las críticas?
Estoy despojado de eso. Tengo absolutamente claro lo que siento y soy desde la esencia. Nací en la música escuchando el bombo y el violín, esos fueron los primeros instrumentos que escuché. Mañana sé que puedo tranquilamente estar al frente de una producción folklórica sólo porque la tengo incorporada. La raíz está dentro mío y desde el folklore puedo hacerlo todo, lo siento y lo conozco. Establecer relación con otras expresiones me hace crecer mucho. Los viajes que hice tuvieron que ver con esas búsquedas. Fui a Chile a encontrarme con otros autores, estuve en México sin ganas de ir a cantar, fui a explorar otras cosas, paisajes, tradiciones. Sigo unido en ese cordón umbilical de la raíz. Y sí, alguien puede decir Jorge hace otra cosa… Y ahí diré: «Qué bueno que se dieron cuenta porque sí, estoy haciendo otra cosa». Y, si dicen que estoy alejado del folklore, y capaz que sí, estoy un poco alejado, pero siempre conectado a mi esencia.