Es uno y puede ser muchos y transformar al instante el silencio en una orquesta. Manu Sija nació en Tucumán, se crió con los sonidos del folklore, su primera inspiración a la hora de crear, y salió del nido empujado por la curiosidad y la creatividad. Este sábado 5 presenta a las 21 en Café Vinilo (Gorriti 3780) su espectáculo Soloset, en el que combina elementos electrónicos como samplers y loop stations con voz y distintos instrumentos.
-¿Qué es lo que más te gusta de subirte a escena solo con tus instrumentos?
– El concierto está armado con un montón de instrumentos y aparatos inter conectados, que puedo tocar y grabarlos con un looper, y mientras voy desarrollando las canciones voy sumando instrumentos que se van superponiendo; todo hecho en tiempo real, sin cosas pregrabadas y combinando instrumentos acústicos y electrónicos. Lo que más me gusta es que no sé qué es lo que puede llegar a pasar, porque aunque cada canción ya tiene un arreglo específico, hay muchas partes que son improvisadas y también el trabajar con este tipo de equipos como el looper hace que puedan cambiar las versiones todo el tiempo,tengo mucha libertad. El peligro de que toque algún botón mal y todo se arruine de un segundo al otro también me genera algo particular. Es un desafío cada show.
– Pero no vas a estar tan solo ¿cómo y por qué elegiste a los invitados que te acompañarán en Vinilo?
– Son artistas que admiro y que tengo la dicha de conocerlos. En el primer show estuvieron Flor Bernales, Guido Martínez (con quien toco en mi trío) y Guido Bertini. Y en este show del 5 de noviembre estarán Quique Sinesi, Marcelo Torres y Juanjo Bravo. Cada uno de ellos me genera algo especial con su arte y el conocerlos lo hace aún más especial.
-¿Cómo vivís el momento del vivo y el contacto con el público?
-Creo que siempre es muy intenso, y aunque vengo de tocar desde los 10 años en festivales de folklore, siempre presentarme ante el público de esta manera me genera un poco de ansiedad y a la vez muchas ganas de hacer un show que les genere algo.
– ¿Qué queda de tu origen en el folklore cuando vas aprendiendo y conectando con nuevas músicas?
-«Mi origen y mi lugar», como dice Horacio Banegas, está siempre presente en todo lo que hago, y cuanto más músicas conozco más aprendo, más presente lo tengo y todo el tiempo quiero conectar mi raíz, con todo lo que me gusta, y voy conociendo de otros lugares. Es una necesidad poder llevar mi origen conmigo a todas partes y sobre todo en la música, más aún siendo tucumano.
-¿Cómo definirías tu identidad musical, tu ADN?
-Creo que yo no lo puedo definir tan conscientemente, pero lo que sí puedo hacer es decir que todo lo que he venido estudiando y escuchando está presente en mi ADN musical, desde Jean Luc Ponty y Pat Metheny hasta Sixto Palavecino: todo y sobre todo el contexto musical donde crecí.
-¿Qué encuentros musicales te han marcado en tu vida y por qué?
-Desde chico pude llegar a tocar y conocer a los artistas que más admiro, y puedo decir que los encuentros me han marcado y han sido en el momento preciso que tenían que ser. Sin duda haber conocido a Pat Metheny me marcó porque es algo que yo hasta ese momento creía imposible, pero el haber tocado también con Lucho Hoyos en Tucumán a los 15 años me marcó de la misma manera.
Manu Sijapresenta Soloset este sábado 5 a las 21 en Café Vinilo (Gorriti 3780)