Hubo un momento en el que Ástor Piazzolla tuvo un breve acercamiento al rock argentino. Fue cuando, deslumbrado por artistas como Chick Corea, vislumbró que tal vez el futuro de su música estaba en una formación más cercana a la de las agrupaciones de jazz-rock. Su Octeto electrónico (del cual quedó sólo un registro discográfico grabado en vivo en el teatro Olympia de París) fue el resultado de esa experiencia de aproximación. En un histórico concierto en el teatro Gran Rex de Buenos Aires llevado a cabo en diciembre de 1976, que tuvo como parte del público a músicos como Luis Alberto Spinetta, Pedro Aznar, Gustavo Moretto y Carlos Riganti, entre otras figuras del rock local, el bandoneonista marplatense estrenó una pieza llamada 500 motivaciones, a la que luego puso a disposición de aquellos músicos que quisieran ejecutarla.
El desafío nunca fue aceptado por nadie en ese entonces. En 1983, con el regreso de la democracia, el pianista Claudio Méndez y el guitarrista Fernando Egozcue, se entusiasmaron con encontrar una música que sonara a Buenos Aires, pero sin aludir al tango… y sin bandoneón. Junto con Julián Vat en flautas y saxos, Quique Condomí en violín, Sergio Blostein en bajo y Pablo Méndez en percusión formaron el grupo Nuevos Aires con el que grabaron un cassette, Música de la ciudad de Nuevos Aires, que le hicieron llegar a Piazzolla. Éste, luego de escucharlo, los invitó a su casa y, después de una cálida charla, les regaló la partitura de «500 motivaciones». «Se los regalo, hagan lo que quieran. Este tema es algo en un estilo que creo que ustedes pueden hacer mejor que yo; se llama ´500 motivaciones´ porque tiene 500 compases», les dijo Piazzolla.
Pasados 35 años de la edición de ese trabajo fonográfico, Nuevos Aires se reúne con su formación original y con la participación como invitado de Daniel Binelli en bandoneón para dar un concierto mañana sábado a las 19 en la Sala de Cámara de la Usina del Arte en el marco del Festival de Tango de Buenos Aires. El sexteto, integrado por músicos de gran nivel que llevan adelante una importante labor artística tanto en Argentina como en el exterior, presentará material de su álbum, que fue editado en 2006 en formato CD por el sello Melopea.
Litto Nebbia, responsable del sello, les propuso agregar la pieza de Piazzolla en dos versiones: una acústica registrada en 2001 a instancias de Lito Vitale, que incluyó a Daniel «Pipi» Piazzolla en batería y una segunda, incluida como bonus track, grabada en 1991 durante una fugaz reunión del grupo pero como cuarteto eléctrico. Entre ambas versiones del mítico tema, las composiciones del grupo le dan la razón al bandoneonista: en todas se escucha el sonido de un Buenos Aires contemporáneo, vibrante, veloz, melancólico o dinámico.
Piezas como «Viejos aires» con sus constantes cambios de ritmos, contrastan con el taciturno clima de «Así somos», «Agua y vino», «Azul y mágico» o «Pesimismo con fe», en tanto que la milonga con elementos de candombe dominan «Café Merkur». En todas las pistas, el grupo demuestra el dominio instrumental de cada músico y una gran labor de composición de formas musicales ineludiblemente identificadas con la ciudad. Por algo Piazzolla les dijo «¡y claro que lo que hacen es tango! ¡Es el tango de ustedes…! Yo hago el mío a mi manera, también», lo cual habla de la fuerte personalidad que Nuevos Aires le supo conferir a su música.