La verdadera sorpresa para los argentinos que seguían la 92ª ceremonia de los Oscar la dio Andrew Buckland, un montajista, director y realizador de nacionalidad sudafricana, pero nacido en Zimbawe. Buckland recibió el premio a Mejor Montaje por la película “Ford vs. Ferrari» y expresó: «Saludos a mi familia en Argentina, un beso grande», en un español atendible y ante el asombro de buena parte de los presentes.
¿Cuál es, entonces, la relación de Buckland con nuestro país? La sorpresa devino en curiosidad y los enigmas comenzaron a develarse rápidamente. El montajista está casado con la productora y pastelera argentina María Azcuénaga y visita con asiduidad nuestro país.
Pero el interés de Buckland por la Argentina no concluye en los protocolos familiares. En 2011 filmó el documental «Somos Wichi», donde revelaba las penurias de ese pueblo originario como consecuencia de los desmontes.
La web oficial del documental destaca que «‘Somos Wichi’ es una mirada a la vida de un pueblo indígena muy poco conocido: los Wichi. Ubicados en la selva del Gran Chaco; en el noroeste argentino; los Wichi están luchando contra los efectos destructivos del desarrollo agroindustrial que está erradicando la mayoría de sus fuentes tradicionales de recursos.»
El texto puntualiza que «diferentes personas hablan en el film: Roque; quien hace denodados esfuerzos por proteger el poco de selva que dejaron los leñadores; Tiluc el shaman que está tratando de preservar y transmitir su cultura tradicional y Karina; quien está decidida a darles a los niños una educación básica pese a la fuerte discriminación que se da en la escuela.»
«Somos Wichi» también incluye «las apreciaciones de dos respetados antropólogos: el Dr. John Palmer y la Dra. Morita Carrasco quienes trabajan con los Wichi; se va delineando una imagen que revela a un pueblo que, a pesar de estar viviendo grandes dificultades; han sido capaces de mantener la unicidad de la original y propia identidad sumando a la fortaleza de su carácter.»
El documental pretende desarticular los prejuicios que rodean a este pueblo originario y lo consideran «pobres e ignorantes».