Fue uno de los femicidios que más conmocionó a la sociedad argentina: María Soledad Morales fue asesinada el 8 de septiembre de 1990 en la ciudad de Catamarca, tras haber sido violada por varios hombres. A 34 años de ese crimen, un documental dirigido por Lorena Muñoz busca reconstruir los hechos.
A partir, sobre todo, del testimonio de sus compañeras de escuela, que ahora rondan los 50, María Soledad: el fin del silencio, que se estrena este jueves en Netflix, intenta explorar todas las aristas de este asesinato que supuso un antes y un después en la lucha por los derechos de las mujeres en la Argentina.
El femicidio derivó en una crisis política de repercusión nacional, en la que incluso llegó a intervenir el entonces presidente Carlos Menem.
La joven tenía 17 años cuando fue brutalmente asesinada tras una “fiesta sexual”. La lucha de sus compañeras y de toda la comunidad fue fundamental para que se esclarecieran los hechos. Son muy recordadas, por ejemplo, las llamadas «marchas del silencio» para reclamar justicia. La película lo cuenta con testimonios también de familiares, periodistas y otros involucrados, varios de los cuales hablaron por primera vez.
También muestra cómo el caso se convirtió en simbólico de la lucha contra la violencia de género y puso el ojo en la impunidad que reinaba en la provincia de Catamarca, gobernada entonces por Ramón Saadi, donde se buscaba encubrir a los responsables.
El cuerpo de la joven fue hallado en un basural. Tenía signos de haber sido violada, luego de que la noche anterior hubiera ido a una fiesta, en la que se recaudaban fondos para su viaje de egresados. De ahí se supone que la llevaron a otro lugar, donde ocurrió el crimen.
La investigación para la película fue hecha por la periodista Mariana Montero. Hubo dos juicios por el caso. Los acusados fueron Luis Tula, supuesto novio de María Soledad, quien al parecer la entregó a Guillermo Luque, hijo del entonces diputado nacional Ángel Luque, quien la llevó a una fiesta en la que participaron Pablo y Diego Jalil, sobrinos del Intendente de la ciudad, Arnoldito Saadi, primo del gobernador, y Miguel Ferreyra, hijo del jefe de la policía. Allí fue donde varios hombres la violaron.
En 1998, Tula fue condenado a nueve años de prisión por ser partícipe secundario del crimen y Guillermo Luque, a 21 años, como autor material del crimen. En la actualidad, no hay nadie preso por este caso.
Lorena Muñoz dirigió dos biopics sobre músicos populares argentinos, Gilda, sobre la famosa cantante de música tropical fallecida en un accidente de tráfico, y El Potro, sobre Rodrigo Bueno, cantante de cuarteto que también murió en un siniestro vial.
El femicidio de María Soledad Morales ya había sido llevado al cine en 1993 en una película de ficción dirigida por Héctor Olivera, protagonizada por Valentina Bassi y titulada El caso María Soledad.