El cuidador de Harold Pinter es considerada una de las obras teatrales más celebrada del nobel británico y sujeta a mayor número de interpretaciones, con textos traducidos por Lorenzo Quinteros y Laura Thieberger. Se presenta los viernes a las 21 en la sala Brilla Cordelia (Pdte. Perón 1926).

Todo transcurre en una habitación desordenada y repleta de objetos entre tres hombres: Mick, Aston y Davies. Aston invita a hospedarse en su hogar al viejo Davies, un desconocido sin techo, sin dinero y en estado de indigencia. Este acepta la oferta y pronto se revela su carácter oportunista, parasitario, quejumbroso y racista. Mick, hermano de Aston y propietario de la casa, se muestra irritado por la intromisión de Davies, aun así le ofrece el puesto de “cuidador” del lugar, aunque no tardará en arrepentirse. En esa eventual convivencia surge una presunta conspiración contra Aston; la maniobra no se concreta y todo acercamiento entre ellos seguirá siendo ilegible a simple vista pero cargado de significados.

Cada uno de los personajes libra sus propias batallas interiores y reconocen lo que desean en sus múltiples aspiraciones, prioridades, ocupaciones y preocupaciones; solo que al manifestarlas en presencia del otro se despliegan como tensiones individuales. 

Los diálogos sostienen la sensación latente de que algo raro está pasando y que paradójicamente se necesitan entre ellos. Usan un lenguaje simple, para nada inocente, cargado de una sutil densidad; y son los tonos los encargados de aliviar el clima enrarecido por las circunstancias y las palabras los que provocan la risa y la distensión ante los tragos amargos. En los encuentros que se suceden en ese entorno que oprime, absolutamente todos los elementos de la escena construyen el relieve de la trama (identidades, cuerpos, palabras, actitudes, acciones y objetos entre otros) y pueden adquirir diferentes sentidos o fragmentarse e interpelarse en el tiempo a partir de la mirada del espectador y el trabajo en escena de cada uno de los actores.

Del principio al fin lo que sucede en esa densa habitación está sujeto a una amplia posibilidad de interpretaciones, y es allí donde reside uno de los maravillosos e interesantes aspectos de El cuidador de Harold Pinter. 

Es un desafío -tanto para espectadores como artistas-, descubrirlos y adentrarse en los temas que fondea la obra. El director Augusto Brítez, quien además interpreta con precisión el personaje de Davies, logró enriquecer cada detalle de la puesta junto con las actuaciones de Osvaldo Apogliessi (Aston) y Guillermo Vicente (Mick); también cabe mencionar, la original pieza de música, especialmente compuesta para la ocasión por el maestro Marcelo Ferreyra entre otros recursos escénicos.

Las funciones se realizarán todos los viernes de octubre a las 21 en la Sala Brilla Cordelia (Pdte. Perón 1926) y permanecerá en cartelera hasta el 23 de diciembre de 2016. Informes y reservas a 3972-7626.

Ficha técnica

Intérpretes por orden de aparición
Guillermo Vicente Mick
Osvaldo Apogliessi Aston
Augusto Brítez Davies

Escenografía, vestuario, iluminación, equipo El cuidador

Musicalización: Marcelo Ferreyra

Asistente de dirección: Joel Saunier

Fotografía: Florencia Chanampa

Dirección: Augusto Brítez