Si hay algo que está fuera de discusión es el pulso para narrar que tenía Roberto »el Negro» Fontanarrosa. Pocos artistas lograron comprimir en tan pocos trazos historias complejas que sugerían siempre más de lo que mostraban. Alcanza con recordar la simpleza de la línea horizontal que proyectaba la infinitud pampeana en Inodoro Pereyra y la plasticidad de los breves diálogos que mantenía con Mendieta. En su faceta literaria, un poco menos conocida pero prolífica escribió más de diez libros de cuentos y tres novelas, el rosarino también dejaba en claro su capacidad para capturar ambientes, personajes y el lenguaje del mundo popular, con un estilo que sólo él manejaba.
Este jueves se estrenará Fontanarrosa, lo que se dice un ídolo, una película que reúne seis cuentos del genial escritor, dibujante y humorista, adaptados y dirigidos por seis directores de cine rosarinos, que incluye la actuación de figuras como Darío Grandinetti, Dady Brieva, Gastón Pauls, Julieta Cardinali y Luis Machín, entre otros. El film llegará a los cines a pocos días de cumplirse diez años de la muerte del «Negro» (19 de julio de 2007), pero la idea surgió hace tiempo de la mano del director Juan Pablo Buscarini.
¿Por qué filmar cortos y no un largometraje? «Yo tengo la sensación de que el mayor respeto se expresa en el formato cinematográfico que se elige para trasladar la historia. Y creo que para los cuentos de Fontanarrosa es el cortometraje, porque si querés hacer un largo o un programa de televisión de una hora tenés que estirar y eso no le hace honor a lo efectivo de los relatos», detalla Buscarini.
El director destaca la riqueza de sumar diferentes miradas y estéticas porque se ajusta a la capacidad de Fontanarrosa de escribir cuentos en tonos muy distintos. «La prueba de fuego es que ningún director eligió el mismo cuento, pero cuando los pusimos sobre la mesa nos dimos cuenta de que no había nada de fútbol. Y hacer un tributo a Fontanarrosa y que no haya nada de fútbol era un contrasentido, por eso las animaciones de Pablo Rodríguez Jáuregui encajaron perfectamente.»
El primer corto es «Elige tu propia aventura», dirigido por Hugo Grosso y protagonizado por Luis Machín, para quien «tomar un texto de Fontanarrosa es algo serio. Por un lado, porque abordamos un cuento más bien serio del Negro, y por otro lado está todo el tema de retratar cuestiones que son más bien rosarinas. En ese aspecto también es muy bueno que se aborde la temática desde una mirada local, que no puede ser vista desde otro ángulo geográfico. Por eso me gustó trabajar con Hugo y con Fontanarrosa. Todo esto lo digo siendo también rosarino.
Buscarini dirigió a un excelente Dady Brieva en «No sé si he sido claro», la pieza final y probablemente la que más risas y carcajadas arrancará a la audiencia. «El asombrado», la historia de un hombre sin sombra que llega a la fama por ese «talento» fue dirigida por Héctor Molina y cuenta con la actuación de Darío Grandinetti y Catherine Fulop. Gustavo Postiglione, Héctor Molina y Néstor Zapata completan el equipo de directores, mientras que Pablo Granados, Chiqui Abecasis, Julieta Cardinali y Gastón Pauls cierran la formación actoral. Los episodios animados de Rodríguez Jáuregui merecen una mención especial porque encuentran una dinámica y estética muy afín a la del creador de Inodoro Pereyra.
«Fontanarrosa, lo que se dice un ídolo» cumple con su objetivo. Más allá de los inevitables desniveles entre los diferentes cortos, rescata a un Fontanarrosa genuino y cercano, atento al barrio y con la capacidad de mostrar a los personajes en su contradicción absurda y poética. «