Dirigido por Ana Hayzus y Leandro Eljall Qüesta el documental El Agujerito es un viaje en el tiempo: habla sobre aquella mítica disquería porteña homónima fundada en 1969 por los hermanos Epstein, Gabriel y Rolando. Es un testimonio fílmico que revive la magia de este lugar que marcó a toda una generación, desde la música hasta el arte y la intelectualidad, y donde se ofrecían los mejores discos importados, por lo que pronto se convirtió en un santuario.
Fue un refugio de libertad e inspiración para los jóvenes de la época, entre los que estaban Charly García, Luis Alberto Spinetta y Fito Paéz, por nombrar a algunas de las figuras que frecuentaban ese espacio, marcando a toda una generación y dejando una huella en la cultura argentina. El documental se estrenó en el 39° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, y este 12 de diciembre llegará a las salas.
Con testimonios de importantes figuras tales como León Gieco, Andrés Calamaro, Claudio Gabis, Nito Mestre, Rodrigo Fresán, Marta Minujín, Andy Cherniavsky, Renata Schussheim, Alfredo Rosso, y Juanse, entre otros, se resalta el impacto cultural de la disquería, y se transporta al espectador a un tiempo de rebeldía, resistencia y mucha creatividad.
“Íbamos a escribir un libro por los cincuenta años de la fundación, pero vino la pandemia y todo eso que teníamos para poner en el libro nos quedó, ya que esa idea no avanzó. Con el tiempo le propusimos a mi amiga Ana Hayzus, que sabíamos que había estudiado en Cuba, en San Antonio de los Baños, para hacer documentales, si podía transformar esa idea primogénita en algo audiovisual. Así fue como nos pusimos a trabajar en este proyecto”, comenta Rolando Epstein, uno de los creadores de este espacio.
“Con la ayuda del Instituto del Cine pudimos arrancar, aunque por supuesto que no alcanzó, porque la inflación nos hizo tener problemas. Por suerte pudimos terminarla. Pudimos conseguir mucha gente que pudo contar en primera persona la experiencia y pintar de alguna manera la época, más allá de nosotros que éramos los dueños del lugar. Es una manera de comunicarse y escuchar música que ya no existe. Está bueno recordarla y mostrársela a nuevas generaciones”, afirma Epstein, que afirma que el vinilo es la mejor forma de escuchar música, pero que más allá de eso la idea del documental no es solo hacer una crítica solapada a las maneras de consumo.
“La idea es mostrar la época social, económica y política. Nosotros nos la pasábamos buscando novedades para los melómanos, pero terminamos siendo un punto de referencia en la ciudad. Fue un suceso que nos explotó desde que decidimos poner la disquería. Nos vinculamos con mucha gente que sabía mucho y nosotros aprendíamos. Pero era todo distinto, era todo más cara a cara, más personal. No había celulares, no había redes”, añade.
Epstein admite que eran un punto de encuentro y eso le daba la sensación de que siempre algo podía pasar, más allá de su pasión por la música. “Muchas cosas nacieron o se nutrieron de estar un rato entre nuestras bateas. Los fines de semana parecía el subte en hora pico. Era un gentío tremendo. Este documental es una fotografía de eso que fue. Éramos un punto de encuentro, pero estaba cerca del Instituto Di Tella, de los bares donde se juntaban los pintores o distintos escritores o músicos. Había una efervescencia muy potente en toda esa zona, y también represión y miedo, pero seguíamos a pesar de todo. Era muy excitante. Era una energía que nos llenaba de adrenalina y de pulso vital, sin dudas. Es algo que está bueno mostrar, para conocer, y en el documental creo que se entiende lo que significaba El Agujerito”, señala.
El entonces dueño, junto a su hermano, siempre tenían lo último: “Nos informábamos con un catálogo mensual de los lanzamientos que habían salido. Pero también comprábamos muchas revistas extranjeras que conseguíamos en algunos puntos específicos de la calle Florida. Nos retroalimentamos también mucho con los clientes. Los que viajaban o se enteraban de algo venían y nos decían: miren esto o aquello. Había muchas recomendaciones. No es como ahora que ponés en Google. Era un trabajo apasionante y diario. Hemos tenido joyas de todo tipo de géneros. Siempre estábamos atentos a los que sabían, nos asesoraban músicos, artistas, gente de otras profesiones pero que le gustaba toda esa liturgia que era ponerse a escuchar música con la calidad que los discos lograban y que hoy se perdió. La inmediatez bajo la calidad sonora, pero, bueno, es así”, comenta Roli.
Armaban unas listas de 2.000 o 3.000 discos que mandaban a sus proveedores de Estados Unidos y Gran Bretaña. “Recuerdo que las mandábamos desde un edificio de Maipú y Corrientes. Fuimos muchas veces, miles, armamos una gran colección, que no sé cuántos discos llegamos a tener. Perdí la cuenta en un momento”.
La manzana loca en la que estaba El Agujerito
El Agujerito estaba ubicada en la Galería del Este, un conjunto de tres galerías comerciales unidas que eran reducto del arte experimental, en Retiro, con entradas por Maipú al 900, por Charcas al 500 y por Florida al 900, que se hicieron famosas. Según se dice, Ray Bradbury, Vittorio Gassman, Jorge Luis Borges y Gabriel García Márquez fueron algunas de las celebridades que caminaron por allí.
“La verdad que era un lugar especial. A la cuadra le llamaban ‘la manzana loca’. Era encontrar gente distinta a lo que era lo que se debía ser, había una búsqueda distinta de todos los que frecuentábamos esas calles de las artes. Hacer este documental está bueno para añorar y recordar lo que pasaba, apelando a esa emoción, pero también para contarles a otras generaciones cómo se vivía en aquellos años. En Mar del Plata, los que fueron a ver la película eran todo jóvenes. Eso es muy atractivo. Para entender lo distinto que era todo”.
Rolando Epstein recuerda mucho el detalle cotidiano de aquellos días entre discos. “Yo era fanático del jazz y era el que recomendaba más por ese lado. Teníamos de todo, pero si alguno me preguntaba yo siempre le daba uno de Coltrane o de Miles Davis. Para mí, era el mejor regalo o presente. Cuando me preguntaban, yo siempre los tenía a la vista. Después mi hermano o los empleados quizá iban más por el rock o lo clásico. Pero yo siempre iba con Ballads de John Coltrane o mi favorito Kind of Blue de Miles Davis».
Roli se quedó con algunos, su hermano tiene gran parte y el resto ya no sabe dónde estarán. “Alguna baulera, algún estante, vaya uno saber. Fueron muchos, pero muchos, pero espero que estén siendo escuchados a los que perdí el rastro. La verdad que uno recuerda con cariño esa época: conocimos gente valiosa y buscábamos ampliar horizontes. Creo que lo logramos. Espero que con la película sigamos haciéndolo”.
El agujerito
El documental de Ana Hayzus y Leandro Eljall Qüesta recoge los testimonios de artistas y figuras clave, como León Gieco, Andrés Calamaro y Alfredo Rosso, entre otros, que reviven la magia y el impacto de un espacio que marcó a toda una generación. Estrena en cines el 12 de diciembre.
Juanjo Ludueña
11 December 2024 - 00:47
Hola Roly, hola Gaby, cómo están? Trabajé con ustedes desde el 78 hasta el 81. Mi primer laburo después de haber terminado el secundario en el 77. Un recuerdo maravilloso e imborrable, en ese momento de mi vida fue estar en el mejor trabajo del mundo. Gracias por abrirme la puerta grande de estar en el augero y sentirme tan bien formando parte de lo que hoy es parte de la historia esencial del Rock y la música argentina. Un gran y cálido abrazo para ambos!