Oppenheimer, el gran éxito de taquilla protagonizado por Cillian Murphy bajo la dirección de Christopher Nolan, acaba de sumar en nuestro país todavía más promoción al ya enorme despliegue de marketing que respaldó su estreno el pasado 20 de julio. Y es que en una de las escenas del film, puede verse un gran cuadro del General San Martín adornando el célebre Salón Oval de la Casa Blanca, el cual encierra, además, una anécdota muy particular.
En la toma, Robert Oppenheimer (Murphy) mantiene una reunión con el presidente Harry Truman (encarnado por Gary Oldman), quien dio la orden de arrojar las bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki en agosto de 1945. En efecto, quien fuera el primer mandatorio de los Estados Unidos entre 1945 y 1953 recibió la obra de manos del entonces embajador argentino Oscar Ivanissevich, en representación del gobierno de Juan Domingo Perón. Fue el 29 de octubre de 1946.
A partir de este increíble hallazgo en el film y su viralización, por estos días se volvió a hablar del especial interés que Truman tenía por la gesta independentista de Sudamérica, lo cual inspiró el regalo de Perón. Tal sería su inclinación por esos hechos de la historia, que durante su mandato el estadounidense llegó a decorar su despacho de la Casa Blanca con una gran pintura de George Washington flanqueada por las imágenes del Libertador y de Simón Bolívar.