Actor todoterreno, Eduardo Blanco hoy pasa la mayor parte del año en España y disfruta de una intensa actividad profesional. Este jueves se estrenará en la Argentina Cuando dejes de quererme, una película filmada junto al director vasco Igor Legarreta; hace pocos días está disponible en Netflix Alta mar, una megaproducción del gigante del streaming en la que interpreta un rol clave; y en agosto relanzará en Madrid la obra Parque Lezama, junto a Luis Brandoni y con la dirección de Juan José Campanella. Blanco está feliz, aunque con poco tiempo libre.
“Estoy en España desde agosto del año pasado, ya que fui parte de la puesta de El precio de Arthur Miller. Claro que uno va y viene, pero en lo que hace a mi trabajo estoy prácticamente establecido desde aquél momento”, confiesa. Blanco también recuerda que se incorporó al elenco de esa versión de una obra muy representativa del teatro mundial en una segunda etapa: “El director es barcelonés, y primero la representó en catalán en esa ciudad, y después decidió llevarla hacia Madrid, ya versionada al castellano, y en esa instancia me incorporé al elenco.” A la pregunta si la puesta se desarrollaba en acento castizo y él debía adaptarse a esa modalidad expresiva, Blanco aclara: “No, yo representé al sujeto con tonada argentina, se suponía que ese personaje provenía de mi país. Y los tres actores españoles que me acompañaban hablaban con su acento. No es para extrañarse tanto, del mismo modo trabaja en España, por ejemplo, Ricardo Darín. Jamás hace de español, en especial en el cine, en los films españoles siempre es un argentino, implícita o explícitamente”.
Este jueves se estrena en nuestro país la película Cuando dejes de quererme, una coproducción argentino-española realizada por Igor Legarreta, un director vasco debutante. Blanco protagoniza el film junto a la ascendente Flor Torrente, mientras que el resto del elenco está compuesto por intérpretes españoles y vascos, como Miki Esparbé, Joaquín Climent, Eneko Sagardoy y Antonio Dechent. “Se trata de una ópera prima de un muy buen cineasta joven, que desarrolla una historia potente y emotiva –destaca Blanco–. Flor interpreta a Laura, una chica que vive en Buenos Aires con su padrastro Fredo, mi personaje. El verdadero padre de ella estaba desaparecido, y un día le avisan que encontraron su cuerpo en un bosque del País Vasco. Así que, acompañada por su padrastro, decide regresar y esparcir sus cenizas en su tierra natal. Y allá, junto a un agente de seguros, emprenderán una investigación acerca de ese hallazgo”.
La historia está relacionada con el franquismo. Blanco explica que el personaje de Laura es originalmente española, nacida en el País Vasco, pero que desarrolló toda su infancia y adolescencia en la Argentina, por eso habla “en porteño”. “Si bien algunas escenas se rodaron en Buenos Aires, casi toda la trama tiene lugar en el País Vasco. Fueron cinco semanas de filmación allá. Salvo nosotros dos, todos los actores son españoles o vascos”.
“A Flor la eligió el realizador porque físicamente le daba ‘una chica vasca’. Una impresión muy personal de él que tiene que ver con su conocimiento de los tipos humanos de su región. Pero más allá de eso, el director se decidió por ella porque pasó satisfactoriamente el casting y además le gustó su manera de ser. Vos fijate que con ella nos conocimos en España, nunca nos habíamos visto antes. Es encantadora, tiene mucha pila, muchos sueños y se la nota muy emprendedora. Realmente su trabajo es una revelación”, destaca el actor. Blanco sí había trabajado con Araceli González, la madre de Flor, en la tira de Pol-ka Primicias.
El presente de Blanco también pasa por un importante papel en Alta mar, la serie española de Netflix que se estrenó hace pocos días: “Es una obra coral con ramificaciones policiales protagonizada por cuatro actores jóvenes muy conocidos en el medio, y que incluye otros actores de gran trayectoria como José Sacristán”. Alta mar está ambientada en los años ’40, transcurre en un monumental transatlántico y Eduardo Blanco tiene a su cargo el rol del Capitán Santiago. En la trama surge el asesinato de una pasajera cuyo nombre no aparece en la lista de abordo, lo cual implica un misterio que atraviesa el ciclo.
“Me gusta mucho mi personaje y mi participación en un proyecto de esta envergadura. Me llegó a través de mi representante por un llamado de la productora Bambú de España, que colocó este producto nada menos que en Netflix. La verdad que me despierta una gran expectativa, más que nada por el alcance mundial que va a alcanzar este programa. Es raro, porque descubrís que se va a estrenar globalmente en cientos de países al mismo tiempo y te van a ver una cantidad increíble de millones de espectadores, es sorprendente”.
Blanco disfruta de este presente en España: «Estoy muy conforme con lo que estoy atravesando ahora profesionalmente. Gracias a El hijo de la novia se me abrieron en su momento muchas puertas por la repercusión enorme que tuvo esa película. En España fue un éxito tremendo y sigo aprovechando aún hoy esas oportunidades que fueron surgiendo a partir de allí. Soy muy afortunado por poder seguir creciendo en mi carrera actoral». «
Parque Lezama en Madrid
Los proyectos artísticos que ligan a Blanco con España también llegan al teatro. La obra Parque Lezama se estrenará en Madrid el 28 de agosto en el Teatro Fígaro manteniendo la dupla protagónica argentina: Blanco y Luis Brandoni, bajo la dirección de Juan José Campanella.
«Será sin dudas un gran desafío para todos nosotros –asegura–, más que nada porque no habrá ningún tipo de adaptación en el texto ni en la puesta. Será exactamente la misma que hicimos en el Teatro Liceo a lo largo de tantas funciones. O sea que mantiene el mismo título y escenografía como una obra argentina, sin ningún acento hispano y seguirá teniendo muy poca relación con su origen estadounidense. Incluso los otros personajes del elenco serán también actores argentinos, que en este caso van a convocar acá en España, por un tema básicamente presupuestario».