“En la foto estoy con un girasol; después, el apellido: Solá; y después me separé, se separó la Chicana, así que estoy sola”, explica Dolores Solá el título de su La Lola gira sola, el show de este sábado en el Tasso (que repite el 23) la tiene en el escenario cantando temas propios y de autores de los que gusta y disfruta. “Surgió con la idea de ampliar el repertorio y de las ganas -dice sobre el regreso en este formato-. Es un show que hice poco antes de la pandemia y tiene un repertorio que estoy grabando.”
Esta gira en soledad tuvo nada más que cinco funciones antes de la pandemia, algo que, puede arriesgarse, sólo fue para calentar motores. “Recién ahora diría que se están asentando los temas. Además la banda es otra y se han ajustado los arreglos, siento que están más logrados.”
-¿Eso te da unos nervios especiales?
-No, tengo más ganas que nervios. Estoy más segura.
Lo que no quiere decir que las ganas la desborden: “Alguna vez me he emocionado sin quererlo, por ahí alguna vez estaba tan divertida y tan contenta en el escenario que quizás pasó a ser más una fiesta que un show. Pero por decirlo de alguna manera yo soy amiga de eso. Me llevo bien con la improvisación, con esa cosa medio caótica, como estar al borde de ciertas cosas; me gusta, es donde mejor rindo, donde mejor papel hago. Le escapo mucho a la solemnidad y a la cosa contenida que busca la perfección”.
Y si bien siempre está preparada y predispuesta a lo que “cada noche vea en el público”, lo cierto es que en lo que más cree es que “hay veces que ocurre algo que complica el show: todo está favor -alguna que otra vez me ha pasado y es muy feo, muy feo-, que está todo bien y hay gente en el público que quiero y yo no estoy presente. Eso es horrible. Creo que por eso los artistas son tan cabuleros, porque está todo bien, todo a favor y de repente el show sale como el culo. No hay motivo, es como las brujas.
-¿En base a qué elegís los temas de otros para interpretar?
-No tengo tantas canciones como para hacer un show de canciones mías, que tampoco lo haría: es difícil escuchar en vivo todas canciones nuevas, por ahí no entendés mucho la letra, es la primera vez que la cantás, y yo todavía no saqué un disco con mis canciones. Me gusta mecharlas con canciones que por ahí están en el inconsciente colectivo y que para mí son tan personales como las mías, porque me acompañaron durante toda mi vida y tienen que ver conmigo. Las busco porque en algunos casos se lucen muy bien al cantarla, en otros casos no es muy lucida pero a mí me gusta especialmente su clima, de lo que habla, en otros casos tiene un peso histórico que para mí es muy fuerte.
Dolores Solá no se siente en condiciones de decir si hay algún cambio perceptible que la pandemia haya dejado en su arte. Pero sí asegura con aplomo que “el artista es muy autorreferencial”. “Todavía no tengo información como para una visión sobre si nos cambió y cómo. Los artistas son buenos en la observación de su público, de su espectáculo, pero no suelen ser buenos observadores de la realidad. Dicho esto que puedo acompañar con Capusotto cantando “Qué gente de mierda” somos los artistas (carcajadas), no tengo una visión de qué pasó con los cantautores después de la pandemia. Antes me parecía que había un momento muy interesante de cantautores, y sobre todo de las mujeres: mucha cantautora grosa. Pero no tengo idea si la pandemia ha producido un cambio para bien o para mal.
-¿Y cantás a alguna de ellas?
-La única mujer que canto es Violeta Parra -dice, mientras repasa el resto del repertorio mentalmente y en voz alta: “hombre, hombre, hombre”-. Aunque muchos de los que canto han sido cantados por mujeres. Uno trata de no imitar, aunque no me comparo todo el tiempo, porque como me comparo siempre con gente mejor, pierdo. Pero siempre trato de no parecerme a la versión original porque no tiene sentido hacer la misma.
-O sea que te le animarías a cualquiera.
-Sí, sí, porque la mejor versión ya existe. Por ejemplo, “Y sin embargo te quiero”, que es una copla española que han cantado todos los mejores cantores, pero bueno, la que está ahí en el Tasso soy yo, y estoy en vivo. Es como cantar tangos de Gardel, no lo vas a cantar mejor que Gardel, pero bueno, él se murió y vos estás ahí en el Tasso. Y encima nunca falta algún boludo que le gusta más tu versión que la de Gardel (risas).
La Lola gira sola
Sábados 16 y 23 de octubre, a las 21 en el Torquato Tasso, Defensa 1575.