El coronavirus es un hecho cotidiano desde hace casi ocho meses. Ya no sorprende, no genera asombro ni extrañeza. En la medida que nosotros y nuestros seres queridos tengamos buena salud y cómo mantenernos, la pandemia acompaña nuestras vidas, las ve transcurrir y reacomodarse. Hasta que en un abrir y cerrar de ojos un hecho fortuito o trascendental nos devuelve a la no normalidad. A las distancias, a las imposibilidades y a la incertidumbre. Dolores Fonzi confiesa que en estos últimos meses pasó por muchas emociones diferentes «pero que eso quedó atrás». Asegura que su situación de privilegio le permitió mirar más para adentro, que ya no necesita ni le interesa mucho salir de su casa, que tiene a sus hijos, sus animales y sus plantas. Dice que comenzó a soñar con irse a vivir cerca de las sierras. Pero por las dudas pide, casi como un conjuro, «que este año termine pronto y no vuelva».
El coronavirus pegó particularmente fuerte en las industrias culturales y todavía más en las actividades que incluyen público presente. En las últimas horas se autorizaron los protocolos para actividades artísticas con espectadores, pero todavía es un misterio cuántas obras y/o espectáculos podrán realizarse y sostenerse en un contexto en más de un sentido adverso. Fonzi debió cancelar la nutrida agenda que tenía programada para el 2020, como tantos otros colegas. Pero la necesidad de expresarse y el ingenio encontraron su cauce primero en Amor de cuarentena y ahora con Audioguía para que vuelvas. Se trata de experiencias artísticas casi inéditas antes de la pandemia, que desarrollan un género similar al radioteatro, pero que circulan por WhatsApp.
«Me acuerdo que cuando nos propusieron hacer Amor de cuarentena no entendíamos nada. No lo podíamos ni imaginar. Era una especie de obra de teatro con audios grabados, en las que no nos veíamos con los otros actores, que tenía que llegar al celular de quienes decidieran pagar un ticket para sumarse a la experiencia… Parecía increíble. Pero nos empezamos a meter, nos entusiasmamos y salió muy bien. Lo disfrutamos quienes la hicimos y tuvo muy buena repercusión entre la gente. Audioguía para que vuelvas retoma esa experiencia, pero diría que la aumenta. Cada personaje tiene un guión propio y te puede hacer vivir la historia desde su punto de vista», destaca Fonzi.
Audioguía para que vuelvas revela la historia de una familia que vive en una casa cercana a la playa y hospeda a un extraño o extraña durante algunos días particularmente atribulados. Su partida correrá el velo para que asomen múltiples pasiones cruzadas en un juego de deseos, fantasías y concreciones que transformarán al oyente en voyeur y sujeto del deseo al mismo tiempo. El elenco incluye, además de a Fonzi, a Jorge Marrale, Cecilia Roth, Leonardo Sbaraglia, Camila Sosa Villada. Las experiencias por WhatsApp se pueden vivir con un personaje, con algunos o con todos.
–¿Se hizo casi inevitable hacer Audioguía para que vuelvas?
–Claro. Quedamos muy sorprendidos con los resultados de Amor de cuarentena, tanto artísticos como de repercusión. Por eso quisimos repetir. El elenco es el mismo, pero esta vez el texto no es de Santiago Loza. La historia la escribieron Fabián Díaz y Andrés Gallina, y la dirección sigue siendo de Guillermo Cacace. Creo que la historia es muy interesante, con más dimensiones que Amor de cuarentena porque cada actor te ofrece una experiencia diferente de la misma historia. Y que llegue por WhatsApp tiene un encanto que fuimos descubriendo con el tiempo. Es más personalizado, más íntimo. Pone al oyente-espectador en un lugar de mayor proximidad.
–En la actuación el cuerpo es una herramienta fundamental. ¿Cómo te sentiste trabajando sólo con la voz?
–Muy bien. Estuvo buenísimo porque es algo diferente. Grabé todo sola en casa, buscando un espacio de tranquilidad que me ayude a encontrar la intimidad que pide la obra. La historia se desarrolla con mensajes casi a escondidas porque los miembros de la familia se ocultan muchas cosas. Así que fui buscando el tono hasta que me sentí cómoda. Y, obviamente, el ida y vuelta con Guillermo (Cacace) me ayudó mucho.
–El oyente o espectador ocupa el lugar de la persona que genera toda esta movilización en los integrantes de la familia.
–Exacto. Y no se especifica su identidad sexual. Pero moviliza a todos. Despertará una suerte de encantamiento que cada uno sobrellevará a su manera. Pero todos quieren que vuelva. Por eso se contactan con ella o él.
–¿Cómo estás llevando la pandemia?
–Pasaron muchas cosas, muchos estados, pero me fui acostumbrando. Valorando otras cosas. Mirándome más para adentro. En casa tengo a los chicos, mis animales y mis plantas. No necesito mucho más. Hasta incluso se pueden resolver unas cuantas cosas de laburo sin salir así que… Tengo la fantasía de pasar fin de año en las sierras, hasta quizás me gustaría irme a vivir a algún lugar así. Es loco porque este fue un año de ciencia ficción y quiero que se vaya pronto. Reconozco que estoy en un lugar de privilegio, obvio. Mucha gente no tiene ingresos y la tiene que pelear minuto a minuto. Pero pude darme los tiempos necesarios para reflexionar sobre qué me hace bien y qué no. Y también escribí mucho.
–¿Qué escribiste?
–Estoy escribiendo con mi amiga Constanza Novick. Estamos con el guión para hacer la película Soy tu fan y también estamos trabajando para una versión mexicana. La historia es similar, pero cuenta con otros ingredientes y dinámicas, y actores mexicanos, claro. Quizás participe con un papel menor, pero no está confirmado. Y también avancé mucho en la que va a ser mi primera película como directora. Todavía no tiene nombre porque no lo registré (risas). Cuenta la historia de una madre que tuvo un hijo a los 15 y ahora él es adolescente y viven casi como roommates. Ella es casi una versión femenina del Gran Lebowski: fuma faso todo el día y roba en el chino (risas). Creo que va a ser una comedia divertida. Tenía muchas ganas de dirigir, la idea es poder filmar lo más rápido que se pueda, mientras todas las condiciones sanitarias así lo permitan. Será algo nuevo dirigir y, al mismo tiempo, actuar. Pero confío en que lo voy a poder resolver y la idea me entusiasma mucho.
–Transitamos un año muy duro, pero ahora el gobierno anunció que presentará en el Congreso un proyecto de ley para la interrupción voluntaria del embarazo. ¿Qué expectativas tenés?
–No me gusta quemar las cosas. Hay que ir paso a paso. Una cosa es la presentación en el Congreso y otra que la ley se sancione. Es bueno que el gobierno presente el proyecto, de esa manera Alberto Fernández estaría cumpliendo con su palabra, pero necesitamos que se apruebe. También sabemos que no será sencillo: el lobby religioso tiene mucho poder y dinero. La legalización del aborto marcaría un antes y un después en la Argentina. No se puede seguir en la clandestinidad. Más allá que si se aprueba después habría que hacer un seguimiento para que la ley se cumpla, sería el reconocimiento de una lucha colectiva que involucró a múltiples generaciones. Pero también haría un país más justo para todos. Las ampliaciones de derechos siempre lo hacen. Como la reciente despenalización del autocultivo de cannabis para uso medicinal. Creo que la lucha por el aborto nos hizo a todos mejores. Aprendí un montón desde que estoy militando y tengo una mirada mucho más colectiva de la vida. Alberto tiene una oportunidad única de entrar en la historia grande de la Argentina si logra que la ley se apruebe.
–Militás activamente estas y otras causas desde lo personal y con el colectivo Actrices Argentinas. ¿Cómo vivís la experiencia de AA? Muchas veces se les reclama que se expidan sobre todo lo que pasa en el país…
–El otro día en las redes alguien publicó algo así como «Estoy sin Internet. ¿Dónde están ahora las de Actrices Argentinas?» (risas) Y es bastante así. Hacemos un laburo colectivo muy intenso. Con múltiples actividades que son muy grosas. Avanzamos un montón. Pero no podemos estar en todo, todo el tiempo. Nuestro tiempo es finito. La mayoría somos madres, muchas solteras y tenemos que sostener nuestros hogares. No somos la Justicia. Nos encantaría poder dedicarle todavía más tiempo. Pero no es sencillo. Igualmente, sabemos que siempre nos vamos a encontrar con alguna crítica, pero tenemos muy claro lo que hacemos y el compromiso que le ponemos. «
Dirección e idea: Guillermo Cacace. Textos: Fabián Díaz, Andrés Gallina. Intérpretes: Dolores Fonzi, Jorge Marrale, Cecilia Roth, Leonardo Sbaraglia, Camila Sosa Villada. www.alternativateatral.com. Estreno: Miércoles 18 de noviembre.
El legado de Pasolini
El 2 de noviembre pasado se cumplieron 45 años del brutal asesinato de Pier Paolo Pasolini, el audaz director de cine e intelectual italiano que conmovió a propios y ajenos con una mirada de la vida y el arte escindida de la moral burguesa. Desde la propia producción de Audioguía para que vuelvas señalan los puntos de encuentro entre la obra de Cacace y Teorema, la película que Pasolini estrenó en 1968.–Es verdad, hay varias cosas en común en cuanto a las historias. Salvando las distancias, claro. Está esa cosa de una familia perturbada por el deseo, que se desentiende de ciertas moralidades. Algo de la promiscuidad, de la experimentación sin pensar en el qué dirán. En mis 20 y pico me hice muy fan de Pasolini. Me atrapaba su mirada superadora, su voluntad de trascender todo prejuicio. Lo hizo con su obra y con su vida. De alguna manera proponía zonas liberadas de la moral conservadora y eso siempre es interesante. Creo que el imaginario de Pasolini lo trascendió a él mismo y siempre es inspirador en el sentido de una búsqueda por ir más allá de lo esperado. Era también una persona a la que le gustaba vivir. Desgraciadamente, tuvo una muerte muy fea.
–¿Te habías enganchado con alguna película en especial?
–Me acuerdo particularmente de El Decamerón (1971). Pero era un artista integral. Todas sus películas implicaban una declaración estética y política, igual que sus escritos.