Seda en vivo en el CCK puede definirse como la paradoja de los productores: el registro en vivo es mejor que cualquiera que pueda pergeñarse en estudio, entonces se usa el vivo, aunque no sin antes pasarlo por el estudio: siempre todo puede sonar mejor, y ser más gratificante. “Primero el recital, que tuvo muy buena repercusión, y después la transmisión por la TV Pública -que incluso provocó reseñas, algo que es raro-, nos hizo llegar a la conclusión de que lo que teníamos para mostrar sobre este repertorio era la toma de aquello que salió ahí, en el vivo del CCK”, intenta una explicación de esta alquimia al revés Daniel Godfrid. El gran disco que acaba de lanzar Seda, el dúo que el pianista forma con Sebastián Espósito en guitarra de 8 cuerdas, no registra todo ese maravilloso recital que surgió de la convocatoria del programa Música argentina para el mundo (en su extensión, no en su calidad), pero habrá una chance de recrearlo el 15 de septiembre próximo en El Taso.

“Hace mucho que trabajamos juntos, sobre todo en producción de discos y música para películas. Y los dos tenemos un estudio, invertimos mucho tiempo cada uno con sus cosas y en conjunto, en el estudio de grabación. Cuando fuimos convocados para tocar en el Kirchner y presentamos el repertorio del dúo, no pensamos que íbamos a ir a grabar un disco en vivo.” La cosa fue que la repercusión excedió lo esperado, y así, por la mirada externa que tanto dice de nosotros como la que cada uno tiene sobre sí, surgió la convicción de que no habrían conseguido en un estudio de grabación algo como lo que habían hecho “en esa toma en vivo”, algo que “merecía salir en un disco”. Versiones personales de esas grandes canciones del acervo popular argentino compuestas por Carlos Gardel, Atahualpa Yupanqui o Francisco de Caro, amén de algunas creadas por los propios Godfrid y Espósito. Aunque, claro, productores al fin, hubo una remasterización y otros ajustes en cuanto a la mezcla.

-¿Dónde se divierten más, en el vivo o cuando arman todo?

-Son dos situaciones que se alimentan entre sí. Necesitamos las dos. Así como te decía que estamos mucho tiempo trabajando en el estudio, siempre es en función de que se va a realizar algo en vivo. La música termina de armarse cuando la tocás en vivo, cuando la comunicás. Ahí es cuando realmente le das el toque final de los arreglos. Y además, te terminás dando cuenta de que hay algunas cosas que funcionan y otras que no, cuando sentís la atención del que está escuchando.

Y si la presentación en el CCK cambió la dirección de los canales de retroalimentación, fue porque sucedió en un momento extraño, dando lugar a una comunión inesperada. “El resultado fue mayor al que esperábamos. Fue como de los primeros conciertos pospandemia, casi. A fines de enero de este año veníamos de bastante encierro. La sala estaba colmada y fue un como un empujón para un proyecto que ya teníamos previo a la pandemia, pero que había sido muy incipiente: habíamos hecho un par de presentaciones y ahí nomás se cortó la posibilidad de seguir tocando. Y el CCK fue un espaldarazo que nos devolvió una energía muy copada para profundizar y meterle más energía al proyecto. Que va a seguir, porque estamos armando más repertorio, este es como el comienzo recién.”

Las obsesiones de los especialistas suelen escapársele al gran público. Sin embargo, hacen al deleite de la obra que sabe apreciar: sin esas “minucias”, lo que le llega no sería igual de bello. “Los conciertos que hicimos previos al CCK, en lugares más reducidos, tuvieron una idea un poquito más descontracturada, quizás. En este caso, la presentación del Taso va a ser similar a la del CCK: es una sala grande que requiere que tenga cierta contundencia. Y después hay cosas puntuales como los invitados. Siempre estamos tratando de que el concierto sea también una ocasión para invitar a algún artista amigo, amiga, o que admiremos. En este concierto como en el del CCK invitamos a Lidia (Borda), y hay otros también que todavía no puedo decir.

Seda en vivo en el CCK tiene la singularidad de que los temas, todos clásicos, son difíciles de “descubrir”: cuesta darse cuenta de cuál se trata, aunque la sospecha que se tiene desde el principio es la correcta. “Llevo muchos años tocando tango en todas las formas: en forma tradicional con una orquesta de tango, a la par de los proyectos con Lidia, en su momento con Franco Luciani, cosas en las que desarrollaba el tango en otras facetas. Y me parece que uno tiene que largarse a probar esos límites. Hay una esencia rítmica que nosotros no resignamos, una esencia melódica que está, más allá de que después puede haber momentos en los que uno entiende que hay algo ahí de ‘Los mareados’, pero no termina de darse cuenta hasta determinado momento; yo, por dentro sigo sintiendo que estoy tocando ‘Los mareados’. Hubo algo que hizo que llegáramos al concierto del Kirchner muy afilados: era el 28 de enero, justo en plena ola de Ómicron, que estaba todo el mundo guardado, y nosotros no nos queríamos enfermar porque queríamos tocar y que no se nos caiga la fecha. Y tampoco había muchas otras obligaciones: soy profesor del conservatorio, estábamos de vacaciones, así que aprovechamos el verano para ensayar todos los días, como cuando éramos adolescentes. Y ahí exploramos la esencia de los temas y cómo transitarlos.”

Seda
El dúo de Daniel Godfrid y Sebastián Espósito Presenta su primer disco Seda en vivo en el CCK, el jueves 15 de septiembre a las 22 (apertura de sala a las 20) en el Torquato Tasso, Defensa 1575.