El próximo miércoles 28 de diciembre, a la usanza de las viejas épocas ricoteras -en las que la banda se reunía el día de los Inocentes para despedir el año y celebrar lo que vendría-, dos integrantes históricos de Patricio Rey y Los Redonditos de Ricota darán un show: Semilla Bucciarelli y Sergio Dawi, unidos en SemiDawi, con la presencia de The Comando Pickles (la banda del también ex Redondo, Walter Sidotti), subirán al escenario para tocar aquellos viejos temas y mostrar mucho de lo nuevo y bueno que vienen haciendo juntos en los últimos años. Y como si fuera poco, tendrán como invitados a Willy Crook y Tito Fargo. La cita es en Niceto Club, Niceto Vega 5510, Palermo.
Es una fecha significativa -dice Dawi-, una fecha que realmente la hemos valorado, dimensionado y por eso la convocamos. Teníamos ganas y fue como algo bastante natural. Si no hubiese estado esta fecha tal vez no lo habríamos hecho. Dawi lo dice porque no es un proyecto en el que quieran seguir tocando, es una excusa luego de que en agosto lo hicimos en un homenaje Enrique Symns, para recolectar dinero, y resultó una fiesta.
El asunto es despedir el año de alguna manera, agrega Semilla. Para pasarla bien, reencontrarnos con nuestros compañeros y con el público de una manera muy ricotera. Por eso Dawi reconoce que fue la fecha lo que los convocó, porque aparte de saber que esa posibilidad existía, el dúo quería sumar el pasado con el presente. Porque en principio habrá una presentación de SemiDawi, que es lo que venimos haciendo desde hace años, y ya que estaba la banda de Walter (Sidotti) ahí, era medio natural que Semilla se sume con el bajo y yo con el saxo a tocar esos temas que los tenemos tan transpirados, y los pentagramas los tenemos en las axilas, en el ombligo; están muy metidos adentro. Es un lugar de disfrute y la posibilidad de revivirlo con gente.
Como en otros momentos de la vida y del rock, hoy los encuentros volvieron a ser algo preciado, especiales, subraya Dawi con un para nosotros, que antes que dejar afuera, incluye a todos los que tengan ganas de disfrutar ese encuentro donde un grupo importante de personas entra en sintonía a partir de la música y la imágen. No estoy hablando del encuentro del vecino con el colectivo, son situaciones que es difícil manifestar en palabras, son vivencias de hacer al corazón del otro, y eso no es moneda corriente. Y como lo sabemos, lo hemos experimentado, lo estamos esperando con muchas ganas.
El encuentro con la gente y compañeros que hacía mucho que no veíamos -agrega Semilla-. Nosotros vamos a hacer lo nuestro con Sergio, y por ahí vamos a aprovechar para juntar material para cerrar el ciclo de SemiDawi y hacer un DVD. Es una forma de cerrar este espectáculo y dar lugar a otro.
La unión que se presenta como SemiDawi dio origen a espectáculos y lenguajes que se reconocen en un pretérito para avizorar un futuro, singulares shows performáticos de música y artes plásticas en tiempo real, que dotan al momento de esa extrañeza que producen los viajes. Así, su último trabajo, Ambos a la vez, resultó en catorce cuadros sonoros compuesto por el trazo de luces de Semilla y la intervención sonora en escena de Dawi a partir de su saxo, samplers y loopers generados en el momento.
Hay una la ligazón tanto con la lírica como con la danza de los Redondos -explica Dawi-. Lo nuestro, si partimos de ahí, el público ya sabe que no es algo ortodoxo. Pero nosotros subrayamos que lo que hacemos es algo experimental, algo que tiene que ver con una búsqueda, de una sumatoria de experiencias. Y de nuevas formas de expresarnos, se mete Semilla. De encontrar un nuevo camino más allá de lo que podía ser un formato de canción -retoma Dawi-. En este caso hemos encontrado una manera de transmitir también a partir de un elemento diferenciador: no hay letra. Entonces los elementos que transmitimos son bastante amplios de interpretar para el público. Muchas veces la gente se queda con los dibujos, otras con la música, otras con la comunión y la comunicación entre nosotros dos, y otra entre la comunicación entre todos, esa cosa hipnótica: cuando salimos a tocar la gente se queda en un estado así, mántrico.
Lo que pasa es que el público también interviene en el espectáculo, vuelve a intervenir Semilla. Ellos intervienen con su imaginación, dándole interpretaciones distintas a las cosas que están pasando. Musical y visualmente. A partir de lo visual la gente puede entrar en la cabecita de Semilla -afirma Dawi-. Cuando Semilla arma un cuadro, empieza una línea que va desde abajo a la otra diagonal del techo, esa diagonal que atraviesa el escenario, puede ser muchas cosas, y de alguna manera el público va entrando en la cabeza de él, va armando ese cuadro. Como es algo experimental y hay una cuota muy grande de improvisación, es un poco el seguimiento de lo que no está sucediendo en ese momento.
-¿En eso se emparenta al espíritu libertario de los orígenes de los Redondos, cuando se presentaban con performance?
Dawi: Lo nuestro tiene un lenguaje performático, pero estamos buscando del presente para el futuro. Por supuesto que uno es una sumatoria de experiencias, pero yo no siento la ligazón. Lo que sí creo es con el espíritu de libertad que había en ese momento, la libertad de un formato.
Semilla: Más que nada la búsqueda de algo nuevo. Otra forma de expresar.
Dawi: Ese es nuestro espíritu. Un espíritu de búsqueda, de experimentación, pero con la característica de que tenemos muchos años de escenario y tampoco hacemos algo para eruditos, ni para músicos; hacemos cosas para la gente. En los cuadros sonoros otra palabra que nos acompaña es diversidad; que cada cuadro pueda encontrar un rasgo diferente.
Semilla. El rock como cultura significa eso, cambio. Y tiene mucho de eso nuestro show.
En este camino de seguir haciendo rock (como cultura, como espíritu) pese a todo, Bucciarelli y Dawi no creen estar solos. Para nosotros no es un condición que esto tenga una repercusión económica -comenta Dawi-, es una necesidad que tenemos de sacar para afuera esto que realmente nos urge. Esto que hacemos con Semilla es algo que venimos trabajando con Semilla hace muchísimos años, hasta cuando estábamos en lo Redondos, siempre estábamos experimentando. Por suerte hay mucha gente que le gusta esto que hacemos, pero no es una condición lo económico. Y pese a ser innovador, manejamos un lenguaje que nos permite comunicarnos con la gente, y eso nos da una tranquilidad. Si esto fuera un embole, no seguiríamos haciendolo. Muchachos, no sabíamos que esto existía, es una de las frases que más suena. Es parte de la paga, sentir eso.
Lo que pasa es lo de siempre -señala Semilla-. Hay un montón de gente haciendo cosas nuevas y buenas, pero no hay medios que lo digan o lo difundan. Y el mercado también es fuerte. Pero por suerte siempre hay cosas nuevas, hay que buscarlas, descubrir dónde están.
Como el 28, el día que ambos dicen, será una fiesta.