Las ganas de jugar con la música, de expandir las posibilidades del instrumento y de explorar el cancionero popular fueron en su momento el motivo de reunión natural de cuatro saxofonistas de donde nació Cuatro Vientos. Esto sucedió hace algunos años, «Casi 30», como se llama el espectáculo que van a presentar el sábado en Caras y Caretas, Sarmiento 2037.
Es martes cerca del mediodía. Si no fuera por el ventanal de enfrente, dentro de la sala donde Cuatro Vientos ensaya no se advierte el temporal que se desata afuera. Mates que van y vienen, risas, bromas y cada tanto algún tema. «Trabajamos primero en la preproducción, revisamos los temas, vemos las posibles reversiones nos distribuimos el trabajo y ahí ensayamos», explica Jorge Polanuer
«Comenzamos como un cuarteto de saxo tradicional y después empezamos a tocar otros instrumentos de viento y pasamos a ser un cuarteto de vientos. Cuando comenzamos los primeros espectáculos eran para la escuela, pero al año nos lanzamos afuera de ese ámbito», cuenta Julio Martínez (saxo barítono, alto y clarinete), uno de los miembros fundacionales del cuarteto. «En ese momento no era nada común lo que hacíamos. Hoy hay muchos vientistas, pero antes no era así», agrega por su parte Leo Heras (saxo soprano, clarinete y clarinete bajo).
El repertorio para la noche del sábado es variado y la banda se propuso recorrer estilos musicales balcánicos, jazz, candombe, chacarera, frevo brasileño, además de las canciones propias del grupo y de autores consagrados como Charly García, Luis Alberto Spinetta, Atahualpa Yupanqui, Beatles y Gismonti, entre otros.
«Hay algo que pasa en la historia del saxo es como un instrumento que no pertenece a la sinfónica, sin embargo, la música clásica no tiene repertorio para saxofón. A su vez es un instrumento muy relacionado al jazz. Ves que los saxofonistas todos se juntan, hay una tradición en juntarse y emular un cuarteto de cuerdas en una formación de cuarteto de saxos. Entonces el barítono cumple el rol del contrabajo, el tenor del cello y demás. Es de alguna manera romper con ese estigma de no pertenecer. Pasó que con los años, el repertorio empezó a crecer y se empezó a hacer algo común», afirma Diego Maurizi, el último en ingresar de Cuatro Vientos.
El cuarteto tuvo a lo largo de su carrera una impronta teatral y a lo largo de la carrera realizaron espectáculos de grandes producciones, entre sus directores tuvieron en varios a Gerardo Hochman y en Música en movimiento a Daniel Campomenasi. «Tuvimos como vidas paralelas, salimos a hacer espectáculos musicales no teatrales pero fuimos cobijados por el teatro. Hay mucha gente que formó parte de nuestra historia musical, como los diferentes directores que pasaron por los espectáculos . En nuestra cabeza a veces hay cortocircuito», aporta Heras. «Siempre nos gustó hacer reír, movernos mucho, sacamos todo o que traíamos con nosotros, por eso entramos en el teatro», dice Polanuer aunque destacan que el concierto del sábado va a ser puramente musical.
El músico invitado es el baterista Javier Martínez Vallejo y prepararon varios temas del repertorio para que el músico pudiera participar en gran parte del espectáculo. «Es un baterista increíble, armamos un repertorio para sacarle el jugo a este invitado. Son músicas de distintos espectáculos que hemos hecho con percusionistas y que cuando estamos solos no podemos volver a hacer», dice Heras. «Hay muchas reversiones», interviene Martínez. «Pensamos una formación diferente de cuarteto de vientos, es algo que tímbricamente nos descansa a nosotros y al público. Vamos a reversionar temas que hace 20 años no tocamos. Me doy cuenta cuando toco que los toco diferentes, para bien Me digo ¡Qué mal sonaba antes!, bromea el músico. «Este espectáculo va a ser una especie de unplugged. Ahora que estamos con casi 30 y nos pasaron cosas geniales pero en este momento, va hasta ahí. Es raro festejar el cumpleaños, uno se encuentra con muchas cosas. Es genial que un grupo de música y de teatro dure 30 años», expresa Leo Heras.
Los músicos intercambian constantemente las posibilidades de cada composición antes de llevarla a escena. «Nuestros espectáculos siempre son tocados de memoria que en la música popular es más normal pero tocar arreglos de cuartetos de memoria es algo más lo actoral. Genera un grabado en la memoria y en el cuerpo que cuando los empezás a repasar, te pasa que escuchás un acorde y ya tenés toda esa información que aparece mágicamente», dice Maurizi.
-¿Creció en general el interés de la gente hacia este tipo de instrumentos?
Leo Heras:-Cuando yo empecé casi no se fabricaban los instrumentos de estudio casi no se usaban, no te lo podías comprar. De a poco las fábricas empezaron a hacerlas. Yamaha fue la incursionó que empezó a cubrir las necesidades en los Estados Unidos y Europa porque ahí ya es común que la gente elija tocar un instrumento de viento. En esa época era muy difícil que aparecieran esos instrumentos. Ahora hasta un violín podés comprar.
Jorge:-Yo quería ser profesor de flauta, a mí me la robaron y salí a buscar una flauta. Como no había me compré un saxo pero no era habitual.
Julio:-Hay que destacar el trabajo enorme que se hizo en estos años, el interés hoy es resultado de las Orquestas Escuelas, a partir de ahí se han formado varias bandas y se desarrollaron como artistas muchos chicos. Fue una experiencia muy valiosa que implicó un cambio tremendo para la música.
Cuatro Vientos presenta Casi Treinta el sábado 17 de setiembre a las 20 Caras y Caretas Sarmiento 2037. El valor de las entradas es desde $150 y se pueden hacer reservas al teléfono 5354-6613