“¡Gracias por bancar la lluvia!” dijo desde el escenario Cucho Parisi pasadas las 2.30 de la mañana cuando subió al escenario con Los Auténticos Decadentes para cerrar la gran primera jornada de Cosquín Rock 2020.
Porque la lluvia, que recién sucedió pasada la medianoche, había sido la amenaza constante para todo el festival.
La fiesta de los Decadentes fue el cierre perfecto de una jornada diversa, agitada, plena de regresos estelares al escenario y hasta un homenaje que provocó satisfacciones y sorpresas. Fue en ese escenario, en el Norte el elegido para el regreso de Divididos, después de quince años de ausencia.
El power trío que integran Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella le puso la intensidad rockera a la tarde con clásicos propios y del repertorio rockero argentino. Temas como “Haciendo cosas raras”, “Spaghetti del rock”, “Salir a comprar”, “El 38”, “¿Qué tal?”, “Ala delta”, “Paraguay” fueron algunos de los elegidos para la tarde del sábado. “Este tema les dedico a los que tienen la whipala y a los pueblos originarios. También se lo dedico a Evo Morales me emocionan esas personas que creen tanto en su pueblo”, dijo Mollo antes de interpretar “Huelga de amores”.
Entre los temas de Divididos se colaron varios temas no propios de la banda, como “Sucio y desprolijo”, de Papppo, en una versión renovada y poderosa. También sonó Luis Alberto Spinetta con “Para ir”, y dos temas dedicados a Sumo, “Crua Chan” y “Next week”.
Antes, de ellos habían estado Las Pastillas del Abuelo con un intenso show que demostró una vez más que el romance entre la banda y el público de Cosquín sigue intacto.
El gran momento de la noche sin dudas fue el que iba a ocupar Charly García y que debido a una caída no pudo estar. El reemplazo lo tomaba la banda propia del artista, “El aguante and the prostitution” que reunió a diferentes músicos. Abrió Nito Mestre con «Instituciones», y sonó también «Cerca de la revolución», «Me siento mucho mejor», «Rezo por vos», «Demoliendo Hoteles», «Fanky», «Asesiname», que estuvo interepretado por Celeste Carballo, Andrés Ciro, Hilda Lizarazu, Cucho Parisi, Fernando Ruiz Díaz. Hacia el cierre, León Gieco llegó al escenario para interpretar primero «Los Salieris de Charly» y luego «El Fantasma de Canterville». «Esto no es un homenaje, es una suplencia», dijo el músico santafecino. El cierre fue entre todos cantando «Inconsciente colectivo».
Un clásico de Cosquín Rock es la presencia de Skay y los Fakires, uno de los artistas principales de ese escenario y sin dudas uno de los mejores shows de la noche. Temas de su último disco y de su habitual repertorio fueron el eje del concierto, “En el corazón del laberinto”, “El sueño de la calle Nueva York”, “Late”; y “Plumas de cóndor al viento” y clásicos como “El Golem de la Paternal” y “Oda a la sin nombre”. El arranque de Skay fue con “El pibe de los astilleros”, de los Redondos de Ricota, banda que estuvo presente a través de “Criminal bambo” y “Ji ji ji”.
El escenario Norte se abrió en las primeras horas de la tarde con Pink Wasted y Joystick, luego estuvo Hilda Lizarazu, la que faltaba y Air bag.
Al Sur
El escenario Sur, ubicado a casi un kilómetro y medio del escenario Norte, fue el epicentro de las propuestas más novedosas de los últimos años y fue allí donde también pasó la mayor cantidad de artistas mujeres en este año en el que por primera vez el festival se realiza bajo la ley de cupo femenino que fue aprobada en noviembre de 2019.
Allí, la tarde fue tomando color con la presentación de Julieta Rada y previamente la de Rosario Ortega. Luego llegó a uno de sus puntos más altos con el show de Sara Hebe.
La joven cantante, militante acérrima del rap, logró cautivar al público de Cosquín sacando a la luz todo su costado rockero y punk. Armada con una guitarra, bajo, sintetizador y batería Sara Hebe profundizó su discurso comprometido y efectivo con algunas (varias) causas sociales que la preocupan desde sus primeros pasos como artista.
También por ese escenario pasó Bándalos Chinos y Naty Peluso. Otro momento intenso y emotivo fue la presencia de Mont Laferte, que comenzó con un fragmento de “La vie en rose” con la conmovedora voz de Edith Piaf. Con picardía latina, la dama chilena, con menos rasgos de rock, trajo al encuentro su sangre de culebrón latino que enamoró con baladas, pero sacó varios meneos con sus cumbias.
La renovación fue la clave de este año. Conservando aquella cartelera que convoca a rockeros de todo el país, este año las estrellas son los referentes del nuevo semillero musical: así es que la propuesta de Catriel y Paco Amoroso, en el Sur del predio explotó en plena noche, mientras del otro lado, sonaba Skay.
Él Mató a un Policía Motorizado también dejó lo mejor en su presentación del escenario Sur. Esperada por muchos seguidores que acompañan el recorrido desde sus primeros pasos en el indie, vieron a una banda que desplegó lo mejor de su repertorio. Luego, el cierre de la noche fue con Louta.
Espacio para todos
-El espacio urbano se configuró como uno de los espacios más interesantes de todo el festival con grandes propuestas que finalizaron con Militantes del Clímax. Pasaron por allí Flu (la banda de los nietos de Spinetta), Emanuel Horvilleur, Dante Spinetta, Les Familia y Ecko.
-La casita del blues fue el lugar de encuentro entre Cucuza Castiello y Hernán Casciari quienes ante una audiencia atenta interpretaron el diálogo “Nostalgias”.
-El escenario Córdoba X tuvo la presencia de 2 Minutos. Un momento de intenso rock que se interrumpió apenas por un corte de luz pero siguió con los clásicos de la banda referente del punk argentino.
Este domingo la continúa la jornada que tiene como principales músicos a Los Ratones Paranoicos, Las Pelotas, Ciro y Los Persas, Los Caballeros de la Quema, La Vela Puerca, Wos y Babasónicos como sus principales atracciones.