Primeros planos de una mirada melancólica. Un hombre desganado, a quien hasta los comentarios más elementales le cuestan y que todo el tiempo está a punto de quebrarse. La historia de un fracaso. Las primeras imágenes de la película Hijos nuestros dirigida por Juan Fernández Gebauer y Nicolás Suárez y que se estrena el próximo jueves en todos los cines describen en detalle el tono del film y tienen a Carlos Portaluppi como el protagonista de una historia sensible y futbolera.
El actor interpreta a Hugo, un ex futbolista profesional, que sobrevive como taxista. Una lesión en la rodilla generó que lo venciera la depresión y el sobrepeso. Pero la suerte parece cambiar a partir de que conoce a Silvia y su hijo Julián. El deseo y la necesidad de ser alguien lo impulsan a llevar a Julián a probarse en el club donde él jugaba. Después de tanto tiempo, esta parece ser su oportunidad para recuperar el deseo. «Me interesé en poder transmitir ese desgaste en el que vive el personaje. Tuve que meterme en la soledad de un tipo, que el único vínculo familiar que tiene es su mamá y la relación es prácticamente nula. Hay una escena en la que toman un té y no pasa nada. La relación es pura monotonía. Este tipo le dio lo mejor que tenía al equipo de su vida, que es San Lorenzo, y cuando San Lorenzo está en uno de los mejores momentos de su historia, él está abajo», cuenta Portaluppi.
Dicen los directores: «Los hinchas de fútbol argentino van a la cancha con la misma necesidad catártica del religioso que va a la iglesia o de los griegos que iban al teatro de Dionisios. En este ambiente, una forma típica de ridiculizar a los demás es calificarlos como «hijos nuestros». Un equipo que siempre le gana a otro tiene el legítimo derecho de llamarlo así. Esto implica que los otros son no adultos; son como niños. Y los ganadores son los hombres verdaderos: los padres. Cómo desarmar esa lógica identitaria sin desconocer el potencial creativo de las pasiones populares, fue la pregunta orientadora de esta película».
De ese cuestionamiento inicial, surgió una película que tiene una actuación conmovedora de Carlos Portaluppi, quien fue reconocido como mejor actor en el Festival de Málaga por este film. «Hijos nuestros estuvo en el Festival de Mar del Plata y en el Bafici. Estamos felices con las repercusiones. Fue mucho tiempo de trabajo y el mayor mérito es de los directores que tienen un empuje y una fuerza de laburo impresionante. Nos reunimos muchas veces en mi casa a trabajar sobre el guion. Estos pibes lo hicieron posible, hicieron que todo sea fácil y creo que fue una de mis experiencias más lindas en el cine», reconoce el actor.
A diferencia de la vida del personaje que frente a una desgracia se entrega a una vida monótona y vacía, Portaluppi asegura que en su vida se manejó al revés: «Nunca tuve la sensación de que no me iba a realizar como actor. En ese sentido creo que he sido omnipotente. No esperé que me llamen, me he generado el trabajo y por suerte también tuve ofertas. Pero muchas veces, estuve dando vueltas con mi unipersonal. Hay una gran frase de Lorenzo Quinteros, que para esta época viene muy bien: Si no hay trabajo, me lo invento».