Aunque a muchos pueda sorprenderlos, uno de los festivales de folklore más tradicionales de la Argentina tiene una versión japonesa desde hace más de cuarenta años. “Cosquín en Japón” se realiza durante tres días en el pueblo de Kawamata, con la participación de 180 grupos artísticos de ese país y del extranjero, entre ellos la Argentina, Bolivia y Perú.
Todo comenzó en 1955 cuando un residente del lugar, llamado Yasumitsu Naganuma, escuchó por primera vez la canción “Camino del Indio”, de Atahualpa Yupanqui. El impacto de aquel contacto con el artista argentino fue tal que derivó en la formación de una asociación, la “Norte Japón”, integrada por las diferentes agrupaciones folklóricas de la región de Tohoku, en el norte de Japón.
Años más tarde, a través de la revista Chunambei Onngaku se enteró de la existencia de un festival que se realizaba en Cosquín, una ciudad cordobesa que se autoproclamaba “Capital Nacional del Folklore” de la Argentina.
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Entusiasmado por aquel encuentro musical en la otra punta del mundo, el profesor Naganuma se puso en contacto con los responsables del festival argentino y así nació “Cosquín en Japón”. El primero se realizó en 1975 en el santuario Mitama Jinja, de Kawamata, con la participación de trece grupos artísticos que procedían de las prefecturas japonesas de Aichi, Aomori, Sendai, Yamagata, Niigata, Tokio, Fukushima y de la misma ciudad de Kawamata.
La popularidad que fue ganando el encuentro hizo que en 1981 debiera ser trasladado al Kawamata Central Public Hall y que en 2002 su duración se extendiera a tres días consecutivos.
La fusión entre ambas culturas ha llegado a tal punto que la mayoría de los jóvenes de Kawamata saben tocar la quena, ya que la interpretación del instrumento autóctono de América se ha convertido en una virtual actividad obligatoria en todas las escuelas del pueblo.
Al cumplirse el décimo aniversario de “Cosquín en Japón”, los miembros de la comunidad hicieron una colecta para que “Naganuma sensei” pudiera asistir al festival original en la ciudad cordobesa. En aquella oportunidad, el japonés cumplió el sueño de conocer a Atahualpa Yupanqui, aquel artista que lo había inspirado para convertir a Kawamata en la “Capital Nacional del Folklore” de Japón.
Años después, en 1999, empezaron los concursos para seleccionar a los representantes japoneses que participarían en el Cosquín de la Argentina. Con el tiempo, la visita de estas delegaciones niponas se convirtió en una costumbre para los argentinos. Tal como acaba de ocurrir hace escasos días con la presencia de los ganadores de la última edición japonesa, los integrantes del grupo Río del Bosque, Haruka Shimizu y Hideo Morii, que interpretaron “La vieja” y “Zamba del arribeño”. Además de los músicos nipones, también estuvo en Cosquín un grupo de trece alumnos de diferentes colegios de ese país, quienes fueron recibidos por el embajador Noriteru Fukushima. “Gracias a su amor por la música y el esfuerzo de cada uno de ustedes, los lazos entre Kawamata-Japón y Cosquín–Argentina, se fortalecen año a año. Como gobierno de Japón y japonés, me siento agradecido y orgulloso de ustedes”, destacó el diplomático.