Ante un nuevo 8M y ante las voces que dicen que las avanzaron mucho en sus reivindicaciones, vale una mirada sobre las mujeres superheroínas que poblaron las pantallas de distinto tamaño en los últimos años, que fueron muchas menos que las imaginadas. Eso sin dejar de recordar que este jueves se estrenó Capitana Marvel, la primera superproducción cinematográfica de la factoría Marvel protagonizada por una mujer luego de 21 que tuvieron como estelares a los hombres. El film se estrena el viernes 8 en Estados Unidos, y allí se hará alharaca sobre el Día de la Mujer, aunque algunos críticos (sí, no es una comodidad de escritura: se trata de todos varones Cis) ya le han empezado a bajar su valor, aduciendo que, como sucedió con Pantera Negra (cuya directora de de Fotografía fue la primera mujer en ser nominada en ese categoría al Oscar), se trata de héroes para producir eventos socio culturales, como si el arte fuera algo que no tuviera que ver con ello.
Por eso acá se propone cinco audiovisuales de fácil acceso que han dado que hablar, y muy bien, en la década del 2010, que es cuando verdaderamente las mujeres empezaron a ser tenidas en cuenta por la industria.
Supergirl (2015) | Tres temporadas en Netflix
La prima de Superman tiene sus propias historias y aventuras. Surgida un par de años del MeToo, esta superheroína tiene poco de “la revolución de las hijas”. En sus primeros capítulos parece ser una especie de quinta columna metida por la cultura machista en el espacio femenino, con sus problemas -exceptuando los comunes a una heroína, claro- más cercanas a los adolescentes del Siglo XX que a los de las que venían pidiendo cancha. Sin embargo, a partir de la segunda y especialmente en las sucesivas temporadas (se está emitiendo la cuarta), Supergirl entre en su “lado oscuro”, y se pone a revisar algunos asuntos sobre su forma de ver el mundo. Este giro que acompaña los vertiginosos cambios de los últimos años, se corresponde con la revalorización que hace la serie de las mujeres en puestos de conducción, que juegan un papel importante en la historia pero no central.
Jessica Jones (2015) | Entera en Netflix
El gran hallazgo de la década que inexplicablemente Netflix hizo desfallecer, y que si bien tiene anunciada una tercera temporada para este año, aún no tiene ni fecha ni confirmación. Si la primera es atrapante, la segunda es directamente fabulosa. La chica con fuerza descomunal que se desprecia a sí misma por no poder darse una vida más o menos cercana a la que alguna vez imaginó, se enfrenta a situaciones y villanos que, en clave, pueden leerse tranquilamente como los obstáculos que suelen tener que superar las mujeres para encontrar algo de lo que buscan en este mundo. Porque no se trata de dificultades que se evidencian a simple vista. No, son esas que llevan a tomar decisiones de tipo: o tenés hijos o trabajás; y si trabajás, vas a tener menos relevancia en el trabajo porque tenés hijos; y si así y todo te destacás, no vas a ganar lo mismo que tu par masculino; y así casi hasta el infinita. La gran Jones consigue desmontar los fantásticos dispositivos con los que las malhechores la quieren atrapar. Siempre a un gran costo.
Agent Carter (2015) | Entera en Netflix
Una serie no muy difundida aunque es una verdadera joyita (inexplicablemente discontinuada). Una de las heroínas (no tiene superpoderes, pero sus destrezas son sorprendentes) más queridas del sello Marvel, que tuvo dos temporadas. Ella es la agente ninguaneada en la transición del final de la Segunda Guerra y el nacimiento de la Guerra Fría. Producida por Disney y ABC, aquí Carter (Hayley Atwell), por su condición femenina, no tiene acceso a la información, rango y misiones de los varones. Obviamente, ella se las arregla: si algo había dejado en claro la Segunda Guerra era que las mujeres podían resolver temas a la par de los varones. Y Carter está ahí para demostrarlo, aunque eso traiga consigo un dolor novedoso.
Wonder Woman (2017)
La primera superheroína que gana la pantalla de cine es acompañada en la dirección por una mujer. Y eso es una decisión de lo más acertada. La dupla Patty Jenkins (directora) – Gal Gadot (protagonista) consiguen essa químicas que más de una vez se apreció en grandes clásicos del Siglo XX, tipo Robert De Niro – Martin Scorsese, Samuel Jackson – Quentin Tarantino, James Stewart – Alfred Hitchcock. En esta historia se emparenta la construcción del héroe (ese derrotero que debe recorrer para convertirse en tal), conjugado con la particularidad del universo femenino -que casi históricamente llevó ese largo camino a cuestas para poder conseguir un lugar en la comunidad-, con un pasado en un lugar armonioso sólo habitado por mujeres. Su éxito comercial (que tuvo más espectadoras que espectadores), indica que en su relato hay una identificación importante con la lucha de la heroína, como también una señalética de deconstrucción masculina.
Star Wars: Episodio VIII. Los últimos Jedis (2017)