Mr. Robot
Mezcla de ciencia ficción y mitos sobre informática e Internet, la serie logra conjugar la sensación de paranoia que siente cualquier usuario de Internet a través de su computadora o celular: la idea de que nada de lo que se hace no está vigilado y controlado por un supra poder que, ante el menor desliz contra el sistema, será sancionado violentamente a fin de que nada se salga de cauce (del que cauce que impusieron ellos, claro). Control de flujos, diría un filósofo. Su mayor atractivo estuvo en la primera temporada, cuando Elliot Alderson, el personaje principal (experto en ciberseguridad), al ser interrogado sobre qué es lo que lo decepciona de la sociedad (como para querer terminar con su forma de organización), dice: No lo sé. ¿Es porque todos pensamos que Steve Jobs fue un gran hombre a pesar de saber que ganó millones a costa de niños? ¿Porque parece que todos nuestros héroes son falsos? El mundo en sí es un gran engaño. Enviamos spam al resto con nuestros continuos comentarios de mierda cubriendo lo que está a la vista, nuestras redes sociales, falsificando la identidad. ¿O es que votamos por eso? No con nuestras elecciones arregladas, sino con nuestras cosas, nuestra propiedad, nuestro dinero. No estoy diciendo nada nuevo. Todos sabemos por qué hacemos esto, no porque los libros de ´Los juegos del hambre nos hagan sentir bien, sino porque necesitamos estar sedados, porque es doloroso no fingir, porque somos cobardes.
Person of Interest
Inspirada en Minority Report (aquella de Steven Spielberg protagonizada por Tom Cruise, y de la que hubo una serie que pasó sin pena ni gloria), se trata de un ex agente de la CIA en alianza con un misterioso multimillonario que intentan detectar crímenes antes de que suceden. A diferencia de la de Spielberg, en la que se usaban humanos con propiedades cerebrales especiales que le permitían visualizar la posible perpetuación del asesinato (no de robos), acá se usa tecnología (algo más de real, tal vez). De hecho, recogen toda la información de cualquier cámara de seguridad en el mundo -como ejemplo, en Londres cualquier transeúnte es vigilado en, literalmente, todo su trayecto por la ciudad-, celulares y las webcam de las computadoras. Más sencilla que Mr. Robot, va por su quinta temporada.
Scorpion
Algunos dicen que la serie está inspirada en el genio y experto en computadoras Walter O’Brien; otros dicen que está inspirada en él y en verdaderos genios de la computación. Lo cierto es que la serie cuenta las peripecias de O’Brien y sus amigos genios (son cuatro en total) para resolver fantásticas amenazas que salvan de un destino catastrófico a la humanidad. Arrancó en el 2014, tiene cuatro temporadas y su punto fuerte es que necesitan intermediarios para entender el mundo; esto es: por sí mismos, a través de cálculos matemáticos y trucos de software, ellos no llegan a comprender bien por qué suceden las amenazas al mundo, sólo lo hacen a partir de dos personajes que les ayudan a entender cómo funcionan las sociedades y las relaciones humanas. Ciencia, tecnología y acción.
The Big Bang Theory
La serie más graciosas de todas las que tienen un trasfondo científico. Claro, es una comedia. Pero más allá de eso, bajo el estereotipo que se tiene del nerd, conforma un mundo de relaciones humanas divertidas con la ciencia -y sus explicaciones- por detrás. Allí se puede ver y entender muchas de las teorías de la física, tanto la clásica como la cuántica, aunque en sus partes más elementales: nada de explicaciones profundas o complejas, es para que la masa entienda; un ejemplo de buena divulgación científica.
The Flash
Una de las mejores series de aventuras y ciencia ficción, que reúne los valores en los que se reconoce el humano con las nuevas situaciones que generan los avances científicos y el desarrollo tecnológico. De hecho Barry Allen se convierte en Flash a partir de la explosión de un reactor de partículas, que trae al mundo a los metahumanos: seres transformados en su composición atómica que ahora tienen superpoderes. Las explicaciones científicas (en especial las referidas a la física clásica y cuántica y a las situaciones paradójicas que generan) son rápidas y sencillas, pero sirven como una aproximación a un mundo fascinante. En su favor, además, cruza la convivencia de esas nuevas derivaciones del humano con las que dieron millones de años de evolución, planteando nuevas preguntas sobre el futuro mediato.