La energía creativa y musical lo acompaña desde que nació: su casa era una de esas en las que se cantaba, en las que el tango era parte del cotidiano. Walter Chino Laborde tiene 50 años, y cumple 25 de una carrera musical que incluye giras internacionales, discos y diversas experiencias profesionales, entre las que se cuentan trabajos en cine (encarnó a Alberto Podestá en Luna de Avellaneda, entre las más destacadas apariciones), televisión (fue parte del documental Tango, Pasión Argentina, en la TV Pública), además de otras experiencias en teatro y radio. Para festejar lo hecho hasta aquí, el cantante mostrará el viernes 28 de octubre canciones propias -una faceta suya no tan conocida- y en un espacio que lo vio crecer como artista:  el Club Atlético Fernández Fierro.

“Llevo la mitad de mi vida cantando profesionalmente y hay que celebrarlo. Canto desde que nací: mi abuelo, el último herrador de caballos de Sarandí, tocaba el bandoneón, mi madre, mis tíos, todos cantaban; abrí los ojos y me encontré con eso. Ese era mi mundo. El tango estuvo antes de dibujar o jugar al fútbol, que era algo que también quería hacer hasta los 20 años. Dejé la pelota, pero me dejé envolver por la música, que es lo que siempre me acompañó. Ahora es momento de dar una mirada a todo lo que me pasó desde que decidí tomar el camino del cantante que siempre fui”, admite el Chino.

El espectáculo tendrá dos partes: una de tango, con clásicos que moldearon al cantor durante su infancia y piezas de factoría propia, y una segunda parte de puro rock con su banda Côsmönos, donde Laborde oficia de frontman y letrista principal. “A los 16 tuve mi primera banda de rock, y a los 25 volví al tango. Y esa decisión me ayudó también a hacer a dejar de ser un actor frustrado y hasta hacer cine. Me permitió viajar, conocer gente, vivir de hacer lo que más me gusta. Ahora me voy a hacer cargo de que tengo canciones propias, de ambos géneros. Que para mí son los mismo. No hay nada más tanguero que el rock argentino” afirma el músico.

“Me gusta juntar las letras que me hicieron lo que soy, que impactaron en mí, como Troilo o Discépolo, con lo que surgió de mi propia experimentación”. Presentar sus creaciones es algo especial. “Me voy a hacer cargo del poeta que llevo adentro, mostrando mis cuatro o cinco tangos, que me quedaron lindos, y algunas canciones de rock, ya que todos somos hacedores de canciones, sin saberlo; sólo hay que dejarlo fluir”.

Además de que en su caso sería casi inevitable que el tango influya en su banda, Côsmönos tiene otras marcas sonoras: “Hay heavy, balada, algo de Led Zeppelin y de electrónica, es un combo. En realidad, transitamos la música como nos sale de los poros, y la idea es que la poética tenga un fundamento, una cuestión humanística fuerte. Son letras positivas que tratan de denunciar sutilmente algunas cosas que duelen. Pero está entre lo bailable y lo pesado”.

Además de ser miembro original y fundador de las orquestas típicas Sans Souci y Fernández Fierro, Laborde fue artista invitado del mítico Sexteto Mayor, allá por 2003, como parte de la gira que la agrupación emprendió por sus 30 años, además de ser un colaborador de Los Decoradores, la banda de los ex integrantes de Los Redondos Sergio Dawi, Semilla Bucciarelli, Tito Fargo y Hernán Aramberri. “Son privilegios que me dio este camino. Con la Fernández Fierro pude conocer el mundo y tuve la chance de consagrarme como tanguero. Pero también pude conocer a Semilla y Dawi, y que ahora me invitan a cantar canciones de Los Redondos, un sueño que todos los que estamos en esto tenemos, es algo impagable”.

El Chino acaba de regresar de una gira por Francia con el armoniquista Franco Luciani y el guitarrista Rudy Flores. “Hermosa experiencia, que el año que viene queremos replicar en España, donde intentaremos armar tablaos tangueros para acercarnos a la impronta flamenca. Lo lindo es tener muchos proyectos, eso es lo que me mantiene vivo”. Además, está preparando un disco solista, en el que espera contar con amigos e invitados de todos los géneros. “Me siento obligado a hacerlo por todo el camino recorrido, como ya dije, pero sobre todo porque disfruto de hacerlo. Tengo material, aproveché la pandemia para trabajar mucho y voy a intentar plasmarlo en algo propio” afirma el cantante. “Pero la música siempre es para compartir. De las cosas más lindas que puede vivir el espíritu humano es cantar, y cantar todos juntos. Hace un tiempo que lo vengo comprobando, por eso seguiré tocando con amigos, para que se produzca la magia del encuentro en escena, que luego se completa con la gente.”

Con la Fernández Fierro, reconoce, logró desplegar aquello que más lo identifica: su la alquimia natural de tango y rock que tiene su voz. “Sin dudas fue algo rupturista lo que hicimos con la orquesta. Por eso sigo yendo a verla, y disfruto de lo que hacen. Porque descubrimos los puntos de contacto entre tiene el tango y el rock, que son innegables. Viajamos por el mundo, y pude darme cuenta de que los elementos tanguísticos que están en todas las canciones del rock nacional están tan adentro de la piel que no nos dábamos cuenta. Por eso ahora no tengo problema de hacer un show para demostrar eso una vez más: lo que más amo son esos dos lenguajes que me forjaron”.


Chino Laborde
Festeja sus 25 años de carrera en la música con un show donde presentará canciones propias, tangos clásicos, su banda de rock, Côsmönos. Viernes 28 de Octubre a la 20 en el CAFF, Bustamante 772.