«Creo que a diez años de la partida de Mercedes hay que volver a instalar este tipo de figura tan grande y tan comprometida con lo musical, con lo social y con lo político. En estos tiempos me parece algo ineludible». Así define Charo Bogarín –si eso es posible– Legado, su flamante y hermoso disco que presentará este sábado con el espectáculo La Charo le canta a Mercedes. «Ella grabó más de 600 canciones en sus discos –describe–, más colaboraciones con gente de afuera y acá; yo preseleccioné 45, y de ahí quedaron diez. Con tamaña mujer y tamaño legado que nos ha dejado, la verdad es que tuve que tener un buen poder de síntesis».
–Es cómo elegir los mejores diez goles de Messi.
–Jajaja. Sí, una locura.
La locura empezó en agosto de 2018, cuando Fabián Matus (el hijo de Mercedes Sosa, fallecido en marzo de este año) la llamó para ser parte de los homenajes a diez años del fallecimiento de la cantora. «En una reunión, Fabián me dijo que me habían elegido para hacer un espectáculo porque les gustaba lo que hacíamos con Tonolec, él siempre tuvo una mirada moderna y rupturista de la madre. Me pasó videos, libros y me dijo: tengo las voces de mamá para que las uses. Entonces pensé en una especie de dueto virtual y me puse a trabajar con eso. Pero la noche anterior a volver a reunirme me imaginé a una Mercedes más moderna. ‘¿Qué te parece hacer una Mercedes electrónica, una Mercedes moderna para las nuevas generaciones?’, le dije a Fabián». La idea se hizo realidad y desembocó en este espectáculo dividido en «Exilio», «Origen» y «Regreso», en el que la voz de Mercedes va hilando la interpretación de Charo de canciones que Sosa había grabado, y canciones de la cantante de Tonolec.
Charo dice que si Mercedes viviera hoy les daría lugar a los nuevos géneros como el trap, el rap y el hip hop, porque «el artista tiene esa sensibilidad a los tiempos que corren». Por eso «Fabián sugirió la idea de convocar a varios productores de la escena electrónica y me pareció brillante». El disco tiene una diversidad en su unidad de sentido que alegra tanto como asombra. Hace acordar, con las distancias que siempre merecen todos los casos, a Concha Buika cantando a Chabuca Granda. «Creo que tiene que ver con eso de los polos que se tocan. En cada reunión Fabián me tiraba tanta data que fue trayendo un modo de elegir este camino. Una de las cosas que me dijo fue que la voz de su madre era muy distinta a la mía».
–Tan diferentes que prácticamente dejaban un único lugar posible de encuentro, que fue el que finalmente se dio.
–Exactamente. El compromiso de abordar una canción es hacerlo con el bagaje que uno tiene. Y yo empecé con los pueblos originarios y de algún modo me especialicé en el componer de las lenguas ancestrales. Ya desde ese punto no hay comparación. Y sin embargo, en una entrevista Mercedes dijo: «No hay verdades, las verdades se van sucediendo según el tiempo y el espacio, entonces los artistas tenemos el compromiso de descubrir cuáles son las verdades en nuestro tiempo».
–¿Qué verdad descubriste haciendo a Mercedes?
–La identidad. Mercedes es un faro para entender nuestra identidad. Así como en otros tiempos era la libertad, el compromiso político, el tener conciencia de que la música y el arte son herramientas transformadoras y de concientización, en nuestros tiempos la identidad cultural es medular. Si sabemos quiénes somos, finalmente vamos a saber hacia dónde queremos ir, o al menos hacia dónde estamos yendo a conciencia (risas). Tener esa conciencia del arte te hace un ser activo y responsable dentro de la sociedad. Hace ya 20 años empecé a trabajar intuitivamente con las culturas originarias y eso me hizo dar cuenta de que si antes era la libertad, sentirse libre, hoy es sentirse propios de un lugar y orgullosos de pertenecer a ese lugar. A mí me ayudó mucho tener sangre guaraní. «
Charo le canta a Mercedes. 10 de agosto a las 21 en el ND Teatro, Paraguay 918. Dirección: Carlos Coccia. Vestuario:
Luz Arpajou.