La 42º ceremonia de los César, los premios más importantes del cine francés, prevista para el 24 de febrero, no tendrá presidente después de que el director Roman Polanski decidiera retirarse por la presión de asociaciones feministas, anunciaron el sábado los organizadores.
Perseguido por la justicia de los Estados Unidos desde hace 40 años por la violación de una adolescente de 13 años, Roman Polanski, de 83 y con nacionalidad francesa y polaca, anunció el 24 de enero que renunciaba a presidir el evento.
«El consejo de la Academia de los César decidió que no habría presidente», dijo el presidente de la Academia, Alain Terzian, en una comida con los 177 nominados a los premios.
Poco después de que en enero se anunciara la presidencia de Polanski, una petición en su contra en las redes sociales pidiendo el boicot de la ceremonia reunió decenas de miles de firmas.
»La designación de Roman Polanski es una burla indigna a numerosas víctimas de violación y de agresiones sexuales», afirmó la organización Osez le féminisme.
La ministra de Derechos de las Mujeres, Laurence Rossignol, calificó por su parte la elección del cineasta de «sorprendente y chocante».
Polanski denunció una polémica «injustificada» y «alimentada por información errónea», pero finalmente decidió «no aceptar la invitación» de presidir la ceremonia.
Según su abogado, Hervé Témime, esta polémica «ha entristecido profundamente a Roman Polanski y ha afectado a su familia».
El cineasta, que obtuvo la nacionalidad francesa en 1976, vive en Francia con su mujer, la actriz Emmanuelle Seigner.
El director de películas como Repulsión, El Pianista, La semilla del diablo o Chinatown, laureado en todo el mundo, no ha vuelto a los Estados Unidos desde 1978, cuando huyó del país tras el caso de agresión sexual.