Carolina Sánchez Álvarez: «La gente no puede creer que una gorda tenga tal empoderamiento»

El año pasado para sus 28 se compró un vestido rojo que luce como pocas, disfruta sin igual y que es comentario continuo de sus miles de seguidores en Instagram y Tik Tok (uno de sus últimos cortos en esta red social tiene más de cien mil reproducciones, y también está en Twitter). Carolina Sánchez Álvarez (carito_actriczok en Instagram y Tik Tok) es «la gorda empoderada» -como se presenta-, la actriz cordobesa (y también tarotista) cuyos videos se han convertido en furor en apenas meses, desde que la productora Kwai sube contenidos que la tienen como protagonista: «Respondí a un casting para actores que necesitaban hacer con videos dramáticos y se hizo viral, me llamaron y empecé a trabajar».

Carito detalla: «Mi personaje es una mujer gorda súper empoderada, que no le tiene miedo a nada, que tiene un carácter bastante intenso, bastante particular. Creo que eso fue lo que les impactó, porque yo soy bastante así en mi vida. Doy con el personaje porque así soy», resume su papel y su personalidad. «Soy de poner orden en las cosas, no a los bifes, como hace mi personaje, pero sí”, aclara por las dudas que algún fan se atemorice. “Intento no callarme ninguna situación de discriminación. Porque la verdad que no me gusta, al toque te voy a decir algo. En ese sentido siempre estoy atenta.

-¿Y siempre fuiste así?

-La verdad es que esto es un proceso. El amor propio, el body positivity (movimiento inicialmente creado para empoderar a personas con sobrepeso), todo es un proceso que conlleva a que intentemos manifestarnos bajo nuestros cuerpos, sea cualquiera que sea. A medida que fui adquiriendo los conocimientos me fui transformando en eso.

El cambio estuvo muy relacionado con las redes sociales y con empezar a desarrollarse como actriz: “Trabajé mucho como modelo, en lencería, o sea, no me quedaba otra que ser imponente y demostrar que no tengo problema, ni me molesta. Y siempre estar preparada para lo que el otro esté por decir”. Sin embargo, eso no quiere decir que el resto del mundo haya cambiado mucho su actitud. “Molestar, siempre te van a molestar, nomás que antes me importaba y ahora no. No sé cuándo fue, pero a medida que fui creciendo me dejó de importar lo que pensaban los demás. Sólo me importa la gente que quiero, nada más.”

El video que mandó y que la llevó a trabajar en Kwai fue uno de relación filial: “Era una historia en la que mi papá se iba y me pegaba”, ríe hoy Carito, aunque durante años la pasó mal con su verdadero padre, hoy fallecido. «Mi papá me vivía discriminando, odiaba que fuera gorda, no lo soportaba. Ahora falleció, pero le parecía una aberración. Tenía la idea del cuerpo hegemónico. Me decía: ‘¡cómo vas a estar así!’”. A diferencia de su mamá, que también era gorda (“ahora no”) y sus tíos y su mejor amiga, los principales sostenes para que “pudiera mostrar lo que era”.

En ese camino a reconocerse y mostrarse sin pudor también la ayudó la gente. “La gente es un amor. La que te para por la calle y te dice ‘me encanta lo que hacés, seguí así’. Esos momentos me parecen los más lindos, cuando se paran los adolescentes, los preadolescentes”. El lugar de poder ganado también la llevó a integrarse al activismo gorde, aunque no se considera “una referente”. “Se trata de la aceptación corporal y también con imponer en los medios de comunicación lo que somos, cómo somos. Que puedas ser protagonista y no te lleven puesta o te traten de tonta”.

-¿A qué atribuís la gordofobia, a las personas, a los discursos mediáticos, a alguna situación social?

-A los discursos que nos han impuesto de chicos los medios de comunicación. Totalmente. Las redes permiten mostrar otras cosas pero también te discriminan mucho.

-¿Y por qué creés que te atacan?

-Porque no se bancan algo que esté fuera de lo estipulado. La gente no puede creer que una gorda tenga tal empoderamiento, no se bancan algo diferente. Pero hay cosas que no te van a gustar de vos, aunque seas flaco.

“Se ha insensibilizado y deshumanizado tanto a la persona gorda, que se piensa que no siente de la misma manera que lo va a hacer una persona flaca. A una persona flaca no la vas a tratar mal sólo por ser flaca, a una persona gorda, puede que sí”. Para seguir rompiendo mitos, Carolina cuenta: “Siempre tuve mucho éxito sexual. Por suerte nunca me faltó. Todo lo contrario. También tiene que ver con que soy súper entradora, sé cómo chamuyar y esas cosas. Siempre ligué muy bien. No sé si me ayuda a empoderarme, me hace dar confianza de mí misma. No sé cómo coge una persona flaca, y no sé si tendría el mismo éxito siendo flaca. Siendo gorda me va muy bien. Estamos tan cruzados por el cuerpo hegemónico que creemos que es el que coge bien, y por ahí nada que ver”. Dicho lo cual, dice que está trabajando para reducir su peso. “Estoy en el proceso de cirugía bariátrica, todavía no la terminé, justamente porque me costaba mucho bajar y me trajo bastantes problemas. Creo que está todo bien con el sobrepeso hasta que te empieza a generar ciertos problemas. En mi caso no los tengo y estoy a punto de revertirlo, pero lo estoy trabajando”.