“Ojalá que se replique mil veces”, dice la cantante y compositora chilena Camila Vaccaro sobre el festival Impulso Latino, un encuentro dedicado a las expresiones latinoamericanas que fusionan la música de raíz con sonoridades contemporáneas, que se realizará el 11 y 19 de noviembre en Buenos Aires.
“Para mí es un encuentro que, además, tiene la gracia de generar espacios, lo cual siempre es un acto creativo que exige mucho coraje, energía y espíritu”, sigue Vaccaro sobre la propuesta que reúne a músicos de la Argentina, Chile, Panamá, Brasil y Colombia. “Es como Conquista de lo inútil, el diario de filmación de Werner Herzog sobre Fitzcarraldo: también se trata del placer de juntarse, nomás.”
El festival tendrá como anfitriona a Sofía Viola. “Fue una invitación de ella, a partir de una idea que tenían con la productora María Carrascal de abrir una propuesta donde se pudieran invitar músiques de distintos lugares de Latinoamérica, pensando en esas otras voces que no hemos conocido, aunque a la mayoría los he encontrado en distintos lugares. Es un poco fuera del mainstream y es una red: este festival muestra el tejido subterráneo del lenguaje musical latinoamericano”.
Este Festival de la Patria Grande, como dice la convocatoria, tiene una programación formada por “esas voces”, como señala la cantante (también intérprete de acordeón, jarana, piano y bombo legüero), que no están en la superficie. “Hay un montón de cosas que pasan, que no alcanzan ni el tiempo, ni la curiosidad, aunque uno la tenga. Hay montón de material, eso es lo primero. Y uno se va conociendo por nichos, digamos. Pero también hay cosas que calzan más como término de mercado, de audiencia, y otras que no tanto. Y no hay un problema en eso: el problema de subsistencia y de la dignidad, de cómo vivir tocando, atiende a otra cosa, no sólo a cuánta gente le guste lo que hacés o te conozca. De alguna u otra manera yo hago canciones sin coro, quizás la canciones con coro vendan más (risas)”.
-Es una elección.
-Tiene que ver con demasiadas cosas, pero es una preocupación de la que no me puedo hacer cargo. El primer compromiso de una como artista y como persona es tratar de ser feliz con lo que se hace, más que hasta dónde va se llega con eso. Y con esta gente nos hemos conocido ahí, tocando. Nos ha juntado la amistad, el placer, la música, el vino. Lo que no nos ha juntado jamás es la conveniencia. La Luciana (Jury, quien también se presentará en el festival, N. de R.), la Sofi (Viola) son tremendas amigas, y antes que los tremendos monstruos musicales que son, son una humanidad hermosa con la que me dan ganas de compartir. Y en esa excitación de la juntada es igual de excitante sentarse a conversar que agarrar la guitarra y tocar. Lo disfrutamos mucho, por eso lo hacemos. En ese sentido, la música es una herramienta hermosa. Porque da la posibilidad de moverse trabajando.
Tan hermoso es ese llamado, que Vaccaro decidió venir igual, pese al accidente que tuvo hace poco con el auto: “Veníamos a 100 kilómetros por hora y se levantó el capó, rompió el parabrisas, muy surrealista la situación. Pero igual pude llegar, también en auto, con un amigo y compartimos el viaje, el mate y la charla”, sintetiza el espíritu sin igual que la une a este encuentro. “Me pasa mucho con la Argentina esto de inventar cosas para seguir encontrándonos. Y por lo general resultan muy hermosas y gratificantes. Y el festival, en particular, me tiene muy contenta porque es la primera salida de Chile después de la pandemia”.
-Hace poco, en 2019, comenzaste una carrera solista con el lanzamiento de tu primer disco, La Bruja. ¿Qué te llevó a esa decisión?
-Fue una elección, pero más se trató de adónde me llevaron en ese momento los vientos de mi vida. Una especie de cliché: me estaba separando, todo lo que tenía que ver simbólicamente con partir. Tenía un grupo con el que estuve un montón de años, también trabajé en ópera, en el circo, con danza. Para mí, era más oficio la interpretación que la creación, fui intérprete desde muy niña. Me puse a escribir sistemáticamente hace poco. Y eso es como que abrió el trabajo. Grabé un disco, luego vino el momento de mostrarlo, luego la pandemia y en estos últimos tres años, ha sido como una licuadora en la que todo se desarma y se vuelve a juntar. Fueron años muy prolíficos en términos creativos, incorporando lenguajes que tenía antes, como en el piano. Volví a estudiar, volví a encontrarme con el acordeón. Entonces vino como toda una nueva tanda de canciones. Para mí, La Bruja fue como un viaje hacia las monstruosidades personales, un abuenarse con el demonio que uno es. Y ahora tengo un disco que ya está grabado pero todavía no sale. Esperamos que el single esté listo para finales de diciembre y a principio de año esté el disco, que se llama Drama dramática. Y está entretenido. Si el primero fue un viaje hacia adentro, este es un viaje hacia el mundo, muy existencialista, como sentada en la mitad del derrumbe.
Festival Impulso Latino
Viernes 11 de noviembre a las 20.30: Apertura con Edson Velandia, en La Catedral, Sarmiento 4006. Sábado 19 de noviembre a las 20.00: Sofía Viola, Luciana Jury, Carlos Méndez, Camila Vaccaro y Benjamim Taubkin en La Catedral, Chacabuco 875. Entradas a través de www.passline.com.