Bruno Mars se llevó la totalidad de los premios más importantes al ganar en el rubro disco del año, grabación del año y mejor álbum de R&B por 24K Magic; además de obtener estatuillas en canción del año, mejor canción de R&B y mejor interpretación de R&B por That´s what I like.
Su disco también obtuvo un reconocimiento en el rubro mejor arreglo para un álbum no clásico.
Otra de las grandes consagraciones de la noche fue para Kendrick Lamar, quien se llevó cinco estatuillas, tres de ellas por el tema Humble, considerada la mejor canción de rap, mejor interpretación de rap y mejor video; en tanto que su disco Damn fue elegido mejor álbum de rap y la composición Loyalty, junto a Rihanna, fue coronada como la mejor interpretación en colaboración en rap. En el otro extremo se ubicó el rapero Jay-Z quien no obtuvo ningún galardón, a pesar de ser el artista con mayor cantidad de nominaciones, con presencia en ocho rubros.
El megahit Despacito también se quedó con las manos vacías a pesar de ser uno de los temas más celebrados de todos los que fueron interpretados en vivo en la gala de los premios que volvieron a la ciudad de Nueva York, luego de 15 años.
Sorpresivamente nominado en sólo dos rubros, el británico Ed Sheeran se impuso en ambos casos, como mejor álbum pop por su trabajo Divide y como mejor interpretación pop vocal con la canción Shape of you.
A pesar de contar con algunos años en la escena musical, Alessia Cara fue consagrada como la mejor artista nueva, y LCD Soundsystem, que en marzo visitará la Argentina, se alzó con el galardón al mejor grabación dance por Tonite; mientras que The Weeknd se llevó la estatuilla al mejor disco urbano contemporáneo por Starboy.
El galardón al mejor álbum de rock recayó sobre The War on Drugs por su trabajo A deeper understanding, mientras que Foo Fighters obtuvo el premio a la mejor canción de rock por Run; en tanto que Mastodon se llevó la estatuilla a la mejor interpretación de metal por Sultan´s Curse», y Demian Marley, hijo del prócer Bob Marley, fue elegido en el rubro mejor álbum de reggae por Stony Hill.
También hubo consagraciones póstumas como el caso del canadiense Leonard Cohen, fallecido en 2016, quien fue reconocido en el rubro mejor actuación de rock por You want it darker; en tanto que la actriz Carrie Fisher, la recordada Princesa Leia de la saga La Guerra de las galaxias, se impuso con The princess diary en mejor álbum hablado. Por su parte, a 56 años de haber alzado una estatuilla, el legendario Tony Bennett volvió a anotarse entre los vencedores, en este caso en el rubro mejor álbum pop vocal tradicional por su trabajo Tony Bennett celebrates 90.
Los rubros latinos tuvieron a Shakira y Residente como los ganadores, en el caso de la artista colombiana como mejor disco latino por El dorado, mientras que el líder de Calle 13 lo obtuvo en el rubro mejor álbum de rock, urbano o alternativo por el disco que lleva su nombre.
Entre los números musicales, hubo momentos emotivos con el recuerdo de estrellas de la música country a las víctimas del ataque ocurrido el año pasado en Las Vegas en un festival del género, quienes se unieron para entonar Tears in heaven, de Eric Clapton.
También cabe destacar, en este sentido, la actuación de Kesha, junto a Cyndi Lauper y Camila Cabello, vestidas de blanco, como representantes del movimiento Time´s up, surgido luego de conocerse diversos casos de abusos sexuales en el mundo del espectáculo.
La ceremonia vio pasar a clásicos del rock como Sting, U2 y Elton John, quien junto a Miley Cyrus, entonó Tiny dancer; a rutilantes figuras como Lady Gaga, Bruno Mars, Pink, Rihanna y Kendrick Lamar, entre otros; y a Luis Fonsi y Daddy Yankee, quienes volvieron a compartir un escenario para interpretar el hit Despacito, presentada como la canción latina más exitosa de la historia.
En cuanto a homenajes, Gary Clark Jr. y Jon Batiste recordaron a dos pioneros del rock and roll como Chuck Berry y Fats Dominó, ambos fallecidos en 2017; mientras que Patti LuPone rindió un tributo en vida al compositor de musicales Andrew Lloyd Webber con el clásico Don´t cry for me, Argentina.
El presentador en esta edición fue el humorista James Corden, reconocido mundialmente por unos videos virales en los que realiza una suerte de karaoke con famosas figuras mientras viajan en un auto; gag que recreó junto a Sting en un subte de Nueva York para esta gala.