«Este disco me encontró muy conectada, de forma muy amena conmigo misma, o con un montón de aspectos de mi vida que exceden lo musical», cuenta desde España (donde se encuentra de gira) Barbi Recanati sobre su segundo disco solista, una envolvente y atrapante invitación reflexiva titulada El final de las cosas. Una de las lecturas posibles es que entre esas cosas que llegan al final está, definitivamente, su etapa en Utopians. Aunque ella prefiere evitar la negación rotunda y decir que «el último disco que saqué y el anterior son parte de una etapa», la cual no puede definir con precisión.

«Puedo ver claramente que el audio que elegí es distinto y que las canciones también lo son. Y, al mismo tiempo, es una etapa muy orgánica porque me siento una persona muy distinta, y eso creo que se refleja en las letras y las canciones», puntualiza la cantante, guitarrista y compositora.

Sean etapas o finales temporarios, lo cierto es que las huellas de Utopians, que aún se percibían en Ubicación en tiempo real, aquí ya no están. No es para decir que se trata de una nueva Barbi Recanati o de una desconocida: el temple de su voz, ese timbre que da una penetrante cadencia a la lírica mantiene su sello de origen. Pero sí da para afirmar que la cantante y música ha establecido una conexión con el aquí y el ahora, más precisamente, con el tiempo que atraviesan sus congéneres (en especial los de su edad y las mujeres y diversidades) que no es moneda corriente.

«Las letras no siempre representan un momento de mi vida o algo que me está pasando, sino que representan una mañana o una tarde, y en ese sentido sí estoy más en contacto con cosas de la vida que antes. Creo que tiene que ver con la edad, tal vez, con animarme a escribir sobre cosas que me pasan y no sobre cosas que siento que la gente quiera escuchar».

Como cada vez más personas, a medida que se fue en fade el fervor post pandemia, Recanati comenzó a preguntarse qué dejó de nuevo (y qué se llevó) aquello que nos pasó: «Siento que las letras hablan de cosas que hablo todo el tiempo con la gente que está alrededor mío, con la gente que quiero, mis mejores amigas, mi pareja. Son temáticas, no es que es algo oculto dentro mío, sino que tal vez algo que hablo mucho con una amiga termina en una canción, en la letra de la canción. Y creo que son tópicos muy comunes. Tal vez antes no hubiera sentido que eran material para una canción porque yo no escuchaba canciones con esas temáticas, entonces solté un poco cómo tiene que ser una canción y simplemente me permití hacer lo que me salía».

Cuando llegó la pandemia Recanati transitaba los primeros meses de su primer hijo y todavía la acompañaban ciertos ecos de la etapa de Utopians y de hacer música en banda. A lo que pasaba junto al resto de la humanidad, se sumaban sus propias cosas, que siempre tienen otra dimensión, claro, pero no por eso dejan de estar vinculadas todas entre sí.

«Hasta hace seis años tenía una banda clásica de sala de ensayo donde trabajábamos las canciones y cuando terminábamos las grabábamos. Ahora me encuentro en una situación completamente opuesta. Tengo mi estudio de grabación donde hago las canciones. La mayoría de las canciones las toco con una banda después de que ya están en Spotify (es otro planeta), y en lo técnico, las compongo, y muchas veces llegan a las manos de Juan (Segovia), que es productor del disco y trabaja con el guitarrista y el baterista. Ellos tal vez hacen algo con esa canción en su propio mundo, y tal vez yo un mes después escucho eso y digo: ‘a partir de acá se me ocurren estas cosas, o a partir de acá hay que borrarla toda y volver a hacerla’. Y por ahí estamos un año con una canción. A mí me resulta muy enriquecedor ver qué pasa con la canción cuando se va de mis manos y después vuelve: de repente la canción aparece en un lugar al que nunca habría ido».

Pasó del «a los discos hay que abandonarlos», tan de la producción vertiginosa y de renovación serial porque la novedad manda, a «al disco no hay que terminarlo, y si tardo seis años, está todo bien: lo que me importa es que las canciones y el disco queden como quiero que queden», más asociado a un deseo menos influido por necesidades ajenas. En el tema «Cosas», Recanati canta: «Hago cosas para conseguir cosas». «¡Totalmente, totalmente!», dice cuando se le observa la asociación con esa canción. «Es algo que me obsesiona un montón: estoy donde quiero estar pero trabajo para no correr, para que las cosas me salgan de cierta forma y simplemente disfrutarlas. Es algo que me llevó un montón de años porque era un objetivo estar bien, no en la música sino yo estar bien (ríe). Dejé de sentir que las cosas que te pasan son oportunidades: al menos en mi vida las cosas que te pasan son cosas que te pasan. Y podés elegir disfrutarlas o dejarlas pasar y pensar que sólo son la antesala de otra cosa».

En 2019 Recanati participó junto con el British Council y Futurock en conversatorios y paneles de debates con artistas mujeres y disidencias en varias regiones del país, un recorrido que terminó en Santiago de Chile y Buenos Aires con la cantante chilena Francisca Valenzuela, y la cantante de Garbage, Shirley Manson, una de sus referentes musicales. Algo que reformuló su relación con el público. «Me cambió un montón. Hoy hay una cuota re grande de personas que se acercan a mí, que tal vez no me dicen qué linda tu canción nueva, sino: ‘che, qué bueno esto que hiciste, o dijiste’. Hay otro tipo de intercambio que va más allá de lo musical, se armó otra línea de conexión con otro público».

En este camino en el que ya no corre y en el que convirtió su maternidad en aliada («no me resulta nada difícil dejar la guitarra y dejar de componer: si me distraigo un poco me la paso llevándolo a talleres, arte y el colegio»), hay algo que no cambió: esa especie de marca del alma que la impulsó a la música, y en la que tuvo bastante que ver una cantante estadounidense. «En Europa todos los conciertos los cerré con una canción de Patti Smith. Eso sigue ahí». «


Barbi Recanati – El final de las cosas

  1. “Caja de cristal”.
  2. “Lo que queda”.
  3. “Lo hice mío”.
  4. “Para vos”.
  5. “Cosas”.
  6. “Arte arte arte”.
  7. “Fin del mundo”.
  8. “Esta noche”.
  9. “Delorean”.

¿Cuándo?

Barbi Recanti presenta El final de las cosas. 17 de agosto: Casa Brava – Rosario. 19 de agosto: Club Paraguay – Córdoba. 25 de agosto: Niceto Club – CABA.