Este sábado Babasónicos presentó su nuevo disco “Discutible” en un hipódromo de Palermo encendido por el aliento de veinte mil eclécticos espectadores. La banda comandada por Adrián Dárgelos no sólo llevó adelante la puesta en escena más grande de su carrera con una prolijidad integral memorable, sino que además sorprendió con un formato de show original, que funcionó como una caricia directa al alma de los fanáticos de todas las edades.

Las luces del estadio se apagaron, y sólo se veía humo blanco sobre el escenario, que anticipaba la aparición de Babasónicos en escena. Dárgelos, vestido de negro, entre medieval y gauchesco se desliza cuidadosamente a lo ancho del enorme escenario montado para la que sería la presentación más larga en la historia de la banda. La voz procesada del flamante tema “Ingrediente” comenzó a sonar y el público sabía que la noche había arrancado. Movidos por la emoción, los más de veinte mil espectadores se amontonaron para estar más cerca de la escenografía que parecía cubrirlo todo.

El público conocía de antemano el repertorio y la dinámica del show, dada a conocer por la misma banda días antes del espectáculo: Babasónicos presentaría su nuevo disco en tres secciones o “bloques” de diez canciones cada uno, en las cuales, además de todos los temas que conforman Discutible, su nuevo material discográfico, habría muchos temas de discos anteriores, éxitos como “Putita” o incunables como “Sobre la hierba”.



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(Foto: Mono Gómez.)



Así, lejos de la cronología, y enfocados en transmitir una experiencia, Babasónicos brindó un espectáculo con un repertorio de temas que desfiló por distintas etapas de su carrera, sorprendiendo, sin embargo, a quienes temían que el espectáculo fuera una suerte de grandes éxitos sin un hilo conductor.

Los tres bloques en cuestión funcionaron como verdaderos actos, divididos entre sí por interludios de música climática en los que los músicos se retiraban del escenario. Este recurso escénico, permitió una velada con tres escenografías distintas, tres entradas de la banda, tres variaciones para el fluir audiovisual, en las que todo parecía estar construido en torno a los temas del nuevo álbum, que sonaban sin restricciones entre versiones súper rockeras, como fue el caso de “Sin mi diablo”, o atravesadas por sexys capas electrónicas, como “Y qué”.

En el segundo bloque de la presentación, con una escenografía construida con telas que daba la impresión de cierta elegancia etérea, sonaron varios grandes nuevos temas como “Trans-algo” y “Adiós en Pompeya”, y nuevamente, todo parecía estar al servicio de una obra construida con piezas que decantaban naturalmente en nuevo material. El ambiente ya era cálido, y el desparpajo y la elegancia metafórica características de las letras de Adrián Dárgelos parecía llegar directamente a un sistema nervioso central representado por la masa de veinte mil personas, que coreaba no sólo estribillos. Las baladas de aspecto inocente habían dejado lugar a un clima más electrónico, y crecientemente denso, para culminar el acto con “Un pálpito”, el tema de baterías electrónicas clásicas que da cierre a “Discutible”.

El tercer y último acto se hizo lugar con una escenografía con reminiscencias disco. El tema “Teóricos”  fue seguido por “La pregunta”, máximo hit de “Discutible”, que desplegó de forma definitiva la creciente profundidad irónica de la prosa babasónica.

“Las listas no tienen más explicación que lo que sucede… Lo que pasa es lo que tocamos ahí y lo que se va a planteando”, afirmó Dárgelos en una conferencia de prensa previa a la presentación. Lo que sucedió el pasado sábado en el Hipódromo de Palermo no se explica por sí sólo ni por medio de una lista de temas. En su rol de “guionistas de recitales” (en palabras de Dárgelos), Babasónicos demostró ser de los mejores, dando cuenta de una indiscutible trayectoria que sigue sonando en presente.


-Babasónicos en el Hipódromo de Palermo. Sábado 1º de junio.




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(Foto: Gentileza PopArt.)