Piano, guitarras acústicas, guitarras eléctricas, sintetizadores, batería, percusión, sampleos, arpa, violín de lata, acordeones, melódica, moog. Además de a su propia voz, Alfonso Barbieri echó mano a todo para su doceavo disco: Si dios clonase pan. El músico, artista plástico y productor artístico que durante 10 años fue parte de El ritual y La hermandad (dos de las bandas que acompañaron a Palo Pandolfo) y que desde 2001 comenzó un camino en solitario es alguien con experiencia: compuso e interpretó canciones con Adrián Dárgelos de Babasónicos, Palo Pandolfo, Lisandro Aristimuño, Lucas Martí, Kevin Johansen, Liliana Felipe, Hilda Lizarazu, Dario Jalfin, Arnaldo Antunes, Felipe Barrozo, Axel Krygier, Fito Páez, Andrés Calamaro, Daniel Melingo, Miguel Cantilo, Litto Nebbia, Fontova, Marcelo Moura, Miguel Zabaleta, Jimena López Chaplin, Jorge Serrano y León Gieco, entre muchos otros. Su necesidad expresiva nunca se detiene; cuando siente que tiene algo para decir, lo saca, en el formato que sea. En este caso, canciones.

Foto: Sofía Bergallo

“Son todas canciones urgentes, recientes, me brotaron a principio de este año. Son temas que los vomité, que estaban ahí, de lo que veo y siento y los dejó salir en una arcada profunda que los saca fuera de mi sistema. Un poco herido por el avance feroz de las políticas mileistas y lo horribles que son”, afirma el artista que asegura que tardó dos meses en hacerlas. “Comencé a grabar las bases y aparecieron las letras.  Y empecé a construir el disco. Hice casi todo yo, algo que suelo hacer, pero en este caso fue un poco más que en otras ocasiones. Invité a algunos amigos para detalles. Pero fue un proceso rápido, encontré rápido el concepto”.

Portada de Si Dios clonase pan.

Alfonso Barbieri se vio movilizado por la situación política y social, y como es su costumbre lo volcó en su trabajo. “Está atravesado por lo que vivimos. Las palabras más apropiadas para dejar ver mi parecer con respecto a la crueldad y el horror. No me puedo quedar callado ante esta situación”. Además, las letras tienen una crítica a las tecnologías cotidianas. Por otro lado, Barbieri forma parte del dúo creativo con su pareja, Sofía Bergallo (con el que realizaron más de 500 obras plásticas con la técnica surrealista del Cadáver Exquisito en acuarelas y tintas) y con quien en 2023 expusieron más de 80 diseños de kimonos en dos galerías de Tokio, Japón. “Ese viaje también atravesó la realización del disco, por el contrapunto obvio del choque de culturas, y lo bueno que estuvo, contrastaba con lo que estaba pasando acá y me lleno de sensaciones que volqué en este grupo de canciones, que fui adornando a medida que iba sintiendo cosas”, comenta Barbieri.

Foto: Sofía Bergallo

El arte de tapa tiene símbolos religiosos, mezclado con el arroba, el hashtag, el símbolo de WhatsApp, creando la idea que son las nuevas deidades. “En los discos  el título y la tapa siempre los tengo antes. Son como el disparador, como un estimulante, es como una columna vertebral para la construcción. Con este Gobierno falta pan y hay una necesidad de exceso de clonazepan, por eso el juego de palabras. Estamos adormecidos y no pasa nada. También incluí el tema de la clonación: no solo de los perros del presidente, sino el futuro distópico donde esto es posible. Esto parece un capítulo de Black Mirror. El mundo avanzó así. Bueno avanzar es una forma de decir. Este Gobierno nos hace vivir en una mezcla de Black Mirror y la Edad Media.”

Foto: Sofía Bergallo



Si Dios clonase pan, de Alfonso Barbieri

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