«El malvado Imperio Galáctico ha sucumbido y en su lugar se ha alzado una Nueva República. Sin embargo, hay agentes siniestros trabajando para debilitar esta paz tan frágil». El prólogo de Ahsoka, la serie de Disney más esperada del año y que espera revitalizar el alicaído universo de Star Wars, tiene reminiscencias de aquella célebre frase de Antonio Gramsci que la turbulenta realidad argentina actual ha reactualizado en memes de redes sociales: «El viejo mundo se muere. El nuevo tarda en aparecer. Y en ese claroscuro surgen los monstruos».

Se ha mencionado frecuentemente que una de las claves que explicaron la perdurable vigencia de la saga Star Wars es esa capacidad de aprehender ciertos climas políticos de diferentes y variadas épocas. Así, tanto la trilogía original de George Lucas de fines de los años ’70 centrada en rebeldes que se resistían a un Imperio de la muerte como la conservadora segunda trilogía que arranca a fines de los años ’90 con eje en la república corrompida tenía notables ecos de los contextos históricos globales.

Foto: @ahsokaofficial

En este sentido, ¿qué mejor puede reflejar los tiempos que corren que una ficción ambientada en el contexto de democracias débiles acechadas por demonios y que la nueva esperanza esté cifrada en una empoderada heroína mujer con una identidad sexual ambigua? Y más aún, que, en vistas de coronar esta crónica, se le sume que, para la resistencia republicana, esa misma fémina busque complicidad sorora. Si se la calificara por dar cuenta de un momento epocal, la serie tendría éxito asegurado. 

En efecto, la protagonista absoluta de la flamante ficción es la ex caballero Jedi Ahsoka Tano (Rosario Dawson). Este hecho constituye una notable disrupción para una saga que, si bien tuvo notables personajes femeninos –encabezados por la inolvidable princesa Leia Organa (Carrie Fisher) y secundados por los Padawan (Natalie Portman) Amilyn Holdo (Laura Dern) o Rey (Daisy Riley), entre otras–, estuvo siempre liderada por hombres.

Para quienes no conocen a Ahsoka, el primer capítulo de la serie homónima titulado «Maestro y aprendiz» va paulatinamente develando su pasado de pupila rebelde de Anakin Skywalker y su destino de heridas narcisistas y fracasos políticos. A su vez, como el personaje apareció y fue desarrollado principalmente en la serie de animación Rebels –además de dejarse ver en un capítulo de la tercera temporada de El mandaloriano– la dirección de Dave Filoni y la interpretación de Dawson realizan un prodigioso trabajo conjunto para materializar en carne y hueso y emular en movimientos y gestos un carácter surgido del animé.

En los dos primeros episodios, la tensión del relato recae en la conspiración para hallar al gran almirante imperial Thrawn (Lars Mikkelsen) y traerlo del exilio para que ejerza una nueva dictadura. A su vez, Ahsoka capturó a uno de los aliados de Thrawn y se enteró de un plan secreto que es vital para las estrategias sediciosas del enemigo. Para evitar la inminente catástrofe del regreso de la fuerza oscura del imperio, Ahsoka busca el mapa que conduciría al rastro del siniestro Thrawn perdido más allá de las estrellas de una galaxia muy muy lejana. Para ello contará con el apoyo de la mandaloriana Sabine Wren (Natasha Liu Bordizzo) y Hera Syndulla (Mary Elizabeth Winstead).

A su vez, Baylan Skoll (interpretado por el actor recientemente fallecido Ray Stevenson que es conmovedoramente homenajeado en el primer episodio), su padawan Shin Hati (Ivanna Sakno) y Morgath Elsbeth (Diana Lee Inosanto) constituyen el trío variopinto (por ejemplo, Baylan es un ex jedi devenido mercenario) que se erige en rivales de las féminas redentoras y que buscan liberar a Thrawn de su cautiverio para que tome la posta malvada perdida siete años atrás por Palpatine. 

Con estos puntos de partida, la ficción tiene todos los ingredientes para una nueva esperanza y recomienzo de la starwarsmanía: un ejército libertador que emula en clave espacial y futurista a las antiguas amazonas: un potente villano pronto a aparecer en escena y, sobre todo, una serie de personajes con la suficiente ambigüedad y complejidad psicológica como para generar una gran incertidumbre respecto de sus actos.

Foto: @ahsokaofficial

Esta complejidad se pone de manifiesto en las escenas que someten a esos duelos de sables láser típicos del universo galáctico a personajes que parecen especulares. Los contrincantes que se asumen como el bien y el mal, Ahsoka y su padawan Sabrina, por un lado, y Baylan y Shin, por el otro, no son exactamente jedis ni sith aunque empuñen las respectivas luces azules y rojas que caractericen a ambos bandos.

La escritura y la concepción global a cargo de Dave Filoni asegura calidad al producto y, para quienes se quejan de la lentitud de los primeros capítulos, brinda esperanza de que, como en los mejores manjares, el postre se reserve para los capítulos finales. Ellos seguramente harán aparecer al malvado Thrawn y lo enfrentarán directamente con la intrépida Ahsoka. Mientras se espera ese ansiado y orgásmico momento se disfrutan los consabidos duelos a puro sable láser, se goza de la partitura musical de Kevin Kiner (el mismo compositor de The Clone Wars y Rebels). Y, especialmente los más fanáticos y las más fanáticas se deleitan con ocurrentes aventuras en ambientes de calidad cinematográfica, escenas que homenajean momentos icónicos de la primera trilogía e incluso hacen algún que otro guiño a las películas de Indiana Jones. «

Ahsoka

Desarrollador: Dave Filoni. Elenco: Rosario Dawson, Natasha Liu Bordizzo, Mary Elizabeth Winstead, Ray Stevenson, Ivanna Sakhno, Diana Lee Inosanto. Los primeros dos capítulos, de los ocho, están disponibles en Disney +. Estrena cada miércoles.

Foto: @ahsokaofficial