El frío no pudo llegar al escenario del Gran Rex donde un sol musical encendió emociones y momentos que quedarán para el recuerdo. El jueves se realizó el Acusticazo, como antesala al BA Rock que tendrá lugar en octubre y en homenaje a ese encuentro que sucedió en 1972 y del que hoy recuerdan como si fuese ayer.
Nostalgia, ansiedad y expectativas se vibraba desde el comienzo de un encuentro que duró muchas horas y recorrió apenas un pedacito de la historia musical rockera de la Argentina que tuvo a Litto Nebbia, León Gieco, Catupecu Machu y Salta la Banca, como artistas principales y a Nekro (Bom bom Kid), Carlos Daniel y Tino Moroder.
Como no podía ser de otra manera, quien se encargó de abrir el escenario fue Litto Nebbia, acompañado solamente con su guitarra brindó el set más acústico de toda la noche. Comenzó con la bellísima Canción del horizonte, una composición que el rosarino creó en 1981. La mayor parte de los temas (alrededor de diez) que eligió Nebbia para abrir el Acusticazo fueron de esta etapa, que el músico estuvo fuera del país. Pero también hizo un paso por los 70 y de ahllí se trajo Memento Mori, Vals de mi hogar, Coplas del musiquero, Sueña y corre, El bohemio, y la hermosísima Canción para los inocentes, todavía inédita. Para cerrar el primer encuentro de la noche, convocó a Lito Vitale para que lo acompañe en Vamos Negro pero en el rol de bombisto ocupado originalmente por Domingo Cura.
Apenas terminado su segmento, el productor Daniel Ripol subió al escenario para celebrar la presentación del B.A. Rock Salón de la Fama, una fundación que tiene como objetivo reconocer la trayectoria de los músicos de todos los tiempos y entregar al primer músico distinguido: Nebbia. El autor de Sólo se trata de vivir, recibió entonces su B.A.Rock Loor, una estatuilla hecha por el artista plástico Lean Frizzera, con el icono del B.A.Rock que quedó para siempre en la película Rock hasta que se ponga el sol. Estoy emocionado no sirvo para estas cosas, seguramente después podré escribir por ahí, dijo Nebbia, agradecido.
Mientras detrás del escenario todos corrían armando la banda para el turno de Salta la Banca, apareció en escena Nekro que interpretó unos temas en algunos problemas técnicos que pudo superar con mucho éxito. Debido a un inconveniente con su guitarra, cantó a capela y se ganó el premio de remador. Hace unos días me preguntaba qué sería del rock and roll sin la electricidad, dijo el músico parado en unos de los pasillos de la platea. Nekro interpret entre sus temas una version en castellano de This Land is your Land, de Woody Guthrie y Gurisito de Daniel Viglietti.
Cuando estuvo todo listo detrás del telón, Nekro se despidió del escenario y le dio lugar a Salta la banca. Consolidada y con un sonido ajustado y prolijo, la banda liderada por Santiago Aysine demostró a lo largo de su set que dejó de ser una promesa entre las formaciones nuevas y se convirtió en una gran realidad. Si bien Salta la Banca interpretó temas de sus diferentes discos, las versiones de Él y Ellos, que integran el recordado disco COPLA en homenaje a Luciano Arruga, fue lo mejor de la presentación.
El tercer artista del programa fue León Gieco. Él y su guitarra parecen completar el escenario completo del Gran Rex, así, parado en el centro con su guitarra devuelve lo acústico a la noche con Hombres de hierro. Esta canción no pierde vigencia, estamos en una época en la que los hombres de hierro siguen entrando a las villas y entran a las universidades, siguen ahí. León canta pero además habla mucho y encanta. Es una bolsa inmensa de anécdotas que se suceden, es tan divertido escucharlo hablar como emocionante escucharlo cantar.
Solo en escena hizo La Historia esta, Tema de los mosquitos y El Fantasma de Canterville. Y ahí llegó el turno de los invitados. Llamó a Nito Mestre para sumarse en La colina de la vida recreando la misma versión que está en su disco Siete años (1980). Después se sumó Raúl Porchetto para hacer Bajaste del Norte y luego se sumaron Edelmiro Molinari y David Lebón para cantar La rata Lali. Así, León en compañía, terminó su set con Algo de paz.
Tras el paso de Tino Moroder por la escena, el telón se abrió para presentar a Catupecu Machu. Fernando Ruiz Díaz es potencia a pleno aún en versión acústica. La banda eligió arrancar con Mañana en el Abasto, y pasó por La piel del camino, Viaje del miedo, Plan B, Klimt, fuera de programa hicieron Magia veneno y cerraron con Y lo que quiero es que pises sin el suelo, entre algunos tímidos pogos en la platea. La fuerza de Catupecu se contagia y electriza, siempre efectiva demuestra que es una de las bandas más importantes que salió en los últimos veinte años y que aporta al cancionero popular desde lo musical y desde lo poético.
Emocionado, el músico convocó al escenario a sus compañeros de Acusticazo y se fueron sumando todos los demás invitados que pasaron por la música e invitaron a Ricardo Soulé y Emilio del Guercio para el cierre del encuentro. El final fue con dos canciones de Nebbia, la trascendental El rey lloró y La balsa, un clásico cuando se habla de rock argentino.
El anticipo de B.A.Rock que se realizará en octubre, cumplió su primer objetivo: una reunión con música y final feliz. Ahora resta esperar hasta octubre.