Después de un trabajo constante junto a La Chicana, el guitarrista, compositor y ocasional cantante Acho Estol vuelve a decir presente junto a nuevas canciones que llevan su firma. Estar ahí es el nombre de su sexto álbum como solista, situación que de varias maneras representa un volver a jugar más fluidamente con el tango.
El álbum cuenta con doce temas, once de ellos le pertenecen y el restante es una reversión de “Para quién canto yo entonces”, el clásico de Sui Generis de 1974. Para la grabación, Estol formó una gran banda, tocó mucho y cantó poco (lo hizo solo en los temas “Los distintos”, “Estar ahí”, “La pesadilla” y “El ramo”), y delegó esa función en amigos y amigas como Cucuza Castiello, Mamba Malí, Natalia Bazán y Daniela Horovitz. “Hacer un disco siempre es algo más que lindo, sobre todo cuando te gusta lo que hiciste, la tapa, la combinación de las canciones, las personas con las que trabajaste para lograrlo. Por otro lado, está el tema de que ahora se da el síndrome del nido vacío, porque cuando terminás el disco y se va, todo vuelve a comenzar, así que tenés que encontrar otro foco. Estoy en ese momento, haciendo notas y despidiéndose de alguna manera”, adelanta Estol algunos días antes de la llegada de Estar ahí a las plataformas musicales.
“El comienzo fue medio caótico. Todo nace de una manera caótica o arbitraria. Cuando tengo ganas de trabajar con La Chicana es una cosa, y cuando tengo ganas de hacer algo solo es por algo. Tenía muchos temas e ideas y una cosa de entrenamiento con la pandemia. Estaba harto de haber grabado solito todos los instrumentos, pero el año pasado comencé a ir a estudios, había vacunas, podías ver a los amigos, de manera que uno iba teniendo una experiencia más vital y musical de lo que fue la pandemia. Así que a este disco lo necesitaba para abrir las cosas un poco más”, reflexiona.
Un acercamiento más ligado al tango. Así puede ser el espacio en el que puede ubicarse a un disco como Estar ahí, algo que el mismo Estol afirma de buena manera: “Sí, es un disco más tanguero, pero con reglas distintas. Cuando empezamos éramos unos veinteañeros irreverentes a los que les gustaba el tango, pero estábamos descubriendo el género. Ahora estoy de vuelta y veo al tango como a un casillero más. No solo se me juntaron un par de temas tangueros nuevos que quería publicar, sino que me volvió un color tanguero a la cabeza al volver a escuchar a Julio de Caro junto con algunas lecturas sobre eso. Creo que el disco tiene ese perfil tirando a tanguero, aunque no haya muchos tangos, como por ejemplo los discos del Tata Cedrón que tienen toda la impronta del bandoneón, las cosas rasposas, el espíritu, en definitiva. Este disco va en esa línea”.
Para Estol, un nombre como Estar ahí está “librado a múltiples análisis”, es por eso que enseguida se encarga de poner en claro: “Se lo puede tomar de muchas formas, pero la más obvia podría ser la Zen, la de vivir el momento, que no hay que pensar en el futuro ni estar sufriendo por situaciones imaginarias. Y la otra se vincula con la canción que le da al nombre al disco, que de alguna manera es mi traducción del nombre de una gran novela de Jerzy Kosinski que se llama Being there, que puede traducirse como estar ahí”.
No fue un problema para Estol la elección de los cantantes invitados: “Yo sentía que sí o sí tenían que ser ellos y no otros porque me gusta trabajar con ellos siempre. Hace muchos años que con Cucuza tenemos un matrimonio artístico inquebrantable y siempre me va a gustar cómo canta mis temas más allá de los suyos. Por ejemplo, en mi tercer disco solista el tipo canta cinco temas, y luego están las chicas. Hay tantas minas cantando y que lo hacen realmente muy bien, pero me gustaría que las que hoy tienen veinticinco o treinta y recién sean reconocidas en veinte años lo fuesen ahora, así que directamente yo lo hago ya. De Mamba Malí me encanta esa voz rasposa, su forma de expresarse. A Natalia Bazán la conozco desde chiquita y para mí tuvo un don, tiene un zorzal en la garganta, así que me dio gusto tenerlas junto a Daniela Horovitz que también canta fenomenal. Sinceramente todos ellos cantan mejor que yo y por eso delegué la mayoría de las canciones”.
Dentro de todas las composiciones del disco también resalta “Para quién canto yo entonces”, un track de Sui Generis interpretado por Cucuza Castiello. “Siempre me gustó García, el tema formaba parte del disco y siempre estuvo adentro. Charly es increíble y siempre que tenga la oportunidad de grabar su música voy a hacerlo. Hacer un cover de él es aprender, sobre todo porque te enseña música a la vez”.
Hikikomori fue el último disco de La Chicana lanzado en 2020 y a la vez lo último que se supo del dúo que Estol forma junto a Dolores Solá. ¿Cuál es la realidad de ese proyecto entonces? “La Chicana no está separada, en este momento está en un estado de latencia. Son 25 años de banda, Lola hizo sus discos solistas y shows, mientras que yo hice producciones para otros artistas y también mis discos como solista. La Chicana es un grupo que tiene su propia vida en sus propios tiempos”, finaliza Estol. «
Estar ahí
Nuevo disco de Acho Estol. Invitados: Cucuza Castiello, Mamba Malí, Natalia Bazán y Daniela Horovitz, entre otros. Muy pronto disponible en formato físico y plataformas musicales.