Si algo hicieron siempre Gustavo Cerati, Zeta Bosio y Charly Alberti fue demostrar que estaban a tiempo con su propio tiempo: desde su debut discográfico en 1984 hasta el final de esa década, supieron sintetizar en sus canciones, presentaciones en vivo y propuesta estética las características propias de dicha época, especialmente viéndose influidos por producciones de bandas internacionales. Años más tarde, en sus últimos discos de estudio durante el primer lustro de los ’90, incursionaron en la electrónica, el pop y el rock alternativo. Pero, justo en el medio, lanzaron su mejor y más rockero disco.
El 7 de agosto de 1990 Soda Stereo publicó “Canción Animal”, que tres décadas más tarde se sostiene como una pieza completamente actual y, asimismo, como un clásico ineludible del rock nacional. La placa fue registrada en el histórico Criteria Studios de Miami, por el que desfilaron artistas de la talla de Aretha Franklin, David Bowie, Bob Marley, Jaco Pastorius, Joe Cocker, Eric Clapton, Michel Jackson y James Brown, entre otros; y bandas tales como ABBA, The Beach Boys, AC/DC, Black Sabbath y Crosby, Stills and Nash, sólo por nombrar algunas. En poco más de 41 minutos, el grupo liderado por Cerati condensó diez canciones geniales, inaugurando la década del ’90 con la vara muy alta para la música popular argentina.
El trabajo comienza con “(En) El séptimo día”, que automáticamente marca la orientación musical del CD y, años después, dio nombre al espectáculo homenaje del Cirque du Soleil. Luego es el turno de “Un millón de años luz”, con una hipnótica línea de bajo sobre la cual Cerati arpegia como sólo él podía hacerlo, y del tema homónimo al CD, una sórdida -y, al mismo tiempo, hermosa- canción. El trabajo discográfico continúa con la explícita toma de postura con la época “1990 (Mil nueve noventa)” y con uno de los temas más pesados de toda la carrera de la banda, “Sueles dejarme solo”.
La segunda mitad de la placa comienza de forma insuperable: “De música ligera” marcó un antes y un después en el cancionero popular nacional demostrando, una vez más, que la sencillez no es enemiga de la calidad. Las canciones que la preceden, “Hombre al agua” y “Entre caníbales”, cumplen con la difícil tarea de estar a la altura, teniendo esta última un comienzo de antología, con el que se manifestaba el impecable trabajo presente en la ingeniería de sonido del disco. El material concluye con la spinetteana “Té para 3” y con “Cae el sol”, que actúa como confirmación del giro musical de la banda pero, en simultáneo, reconoce influencias de sus producciones anteriores.
“Canción animal” contó con la colaboración de Pedro Aznar, Andrea Álvarez, Fabián “Tweety” González y Daniel Melero, entre otros, y se posicionó como el disco más exitoso de toda la carrera de Soda Stereo. Un dato para nada menor: la edición del CD incluía la recomendación “Y para mayor placer animal, escúchalo a todo volumen”. Toda una declaración de principios frente a la escena cultural de una década que recién comenzaba, y que ellos mismos iban a contribuir a definir.