El 22 de noviembre próximo se cumplirán 25 años de la muerte de Michael Hutchence, líder de INXS y uno de los cantantes más icónicos de la prolífica década del ’80, quien se quitó la vida a los 37 años. Hutchence nació en Sydney, Australia, en 1960. Se crió en Hong Kong, donde se trasladó su familia durante su infancia, pero volvió a su ciudad natal en 1972. Cinco años más tarde, junto a los hermanos Jon, Tim y Andrew Farris formó INXS, una banda que lograría llegar con su poderosa y particular interpretación del pop a todo el mundo. Fue en esos primeros años que el cantante forjó su personalidad, desplegando un gran caudal de voz y un estilo vocal único junto con una imagen hiper sexualizada, que recordaba a Jim Morrison, el célebre frontman de The Doors.
El camino de INXS (una sigla que inglés juega con la frase “en exceso”) no comenzó, sin embargo, de la mejor forma. La banda editó su primer disco en 1980, pero no fue hasta cuatro años más tarde, con el lanzamiento de The Swing, que el grupo comenzó a ser tenido en cuenta, sobre todo por la performance vocal y escénica de Hutchence, capaz de transmitir tanta emocionalidad como fuerza, con un regsitro que podía abordar el blues, la balada, el rock y los livianos y encantadores giros del pop. Un hit como “Original Sin”, donde un fuerte alegato social se cruzaba con la energía de las guitarras y las cadencias bailables de la época, marcó el destino del grupo.
Después seguirían los álbumes Listen like thieves (1985) y el mega exitoso Kick (1987),en el que se incluían temas como “New Sensation”, “Need You Tonight” y “Devil Inside”, hoy ya clásicos. Con la banda consagrada y Michael Hutchence entronado en la categoría de sex symbol, sus condiciones como artista y performer quedaban en gran parte solapadas por las derivas de su vida sentimental. Por esos años, INXS vino a Buenos Aires: fue en 1985, cuando se presentó en el ya mítico Rock & Pop Festival, y luego regresaría en 1991.
Ya en la nueva década y ante los cambios de tendencia en la industria, la banda australiana lentamente comenzó a perder lo que hasta entonces era una enorme popularidad. Hutchence, sin embargo, corría en una categoría diferente: la de celebridad. El cantante era una de las caras más fotografiadas por la prensa amarilla, dados sus resonados romances (sobre todo por haber conquistado a Kylie Minogue o a la supermodelo Helena Christensen), pero también por una difícil relación con los paparazzi, especialmente luego de comenzar una romance con la presentadora británica Paula Yates, quien abandonó a Bob Geldof para iniciar un idilio con el australiano, con quien tuvo a su única hija, Heavenly Hiraani Tiger Lily.
La carrera y el éxito de Hutchence también estuvieron marcadas por el abuso de sustancias, una situación que se vio agravada después de que el cantante sufriera una gravísima lesión cerebral provocada por los golpes que un taxista le propinó en Copenaghe, en 1992. Las consecuencias de ese trauma incluyeron la pérdida del olfato, el gusto y derivaron en una profunda depresión que, a su vez, intensificó los consumos y afectó la actividad de INXS.
Finalmente, el 22 de noviembre de 1997 el cuerpo sin vida de Michael Hutchence fue hallado en una de las habitaciones del Hotel Ritz Carlton de Sydney, donde el voaclista estaba alojado. Una investigación posterior sostuvo que el cantante de 37 años se había ahorcado con un cinturón después de haber bebido alcohol acompañado de otras sustancias, como parte de un juego erótico. La noticia shockeó a Australia y al mundo de la música, que no podía entender lo sucedido. En abril de ese año, el grupo había lanzado Elengantly Wasted, su décimo y último álbum.
Sin embargo, años después y tal como revelaron sus allegados en el documental Mistfy, se cree que una profunda depresión arrastró a Hutchence al suicidio. Al momento de su sorpresiva muerte, el vocalista preparaba junto a sus compañeros de grupo una gira mundial para celebrar los 25 años de INXS.