Muchos argentinos vivieron la Guerra de Malvinas de primera mano. Pero muchos otros, por una cuestión etaria, debieron acercarse a un hecho tan traumático por libros, documentos, películas y/o registros en Internet. Aún así, todavía hay muchos aspectos del conflicto poco analizados y Lucas Gallo decidió echar luz sobre uno en particular.
En 1982 Gallo observa el tratamiento mediático que recibió la guerra. Con un gran trabajo de archivo y mucho de reconstrucción visual y sonora que tomó unos cinco años para su puesta final, la propuesta del director nos sumerge en aquellos días del invierno argentino para experimentar el impacto de lo que se vivía por esos días por medio de la televisión.
Luego de su paso por festivales europeos, el material se estrenará formalmente en el marco del Festival Internacional de Mar del Plata, esta vez en su versión online y gratuita. “Uno trata de hacer un cine para una sala convencional y formal, fundamentalmente porque el espectador se dispersa menos y se mete ahí adentro, pero este año no pudo ser. La verdad es que salir online es mejor que nada y las películas se pueden mover varios después, y en eso el público juega un papel importante. Las emisiones online, según otras propuestas de la que me enteré de manera técnica, terminan siendo algo bueno porque la gente lo ve en sus casas. Mucha gente del cine no esperaba que sus producciones fueran tan vistas en el online, inclusive hay festivales donde el online funciona muy bien. Más allá de eso, las personas eligen ver en qué momento se meten con una película. Pero la verdad es que las películas están siendo vistas por mucha gente en este nuevo formato”, aclara Lucas Gallo.
1982 TRAILER from Lucas Gallo on Vimeo.
Una película como 1982 nació de la curiosidad siempre recurrente de su director, quien por medio de internet siempre consumió documentales e imágenes inherentes a los sucesos de Malvinas. “Yo soy mucho de ahí, de YouTube. Me interesan los archivos y siempre estoy viendo cosas históricas porque me encantan, así que investigo mucho. En un momento descubrí que tenía mucho material que me tomó tiempo juntar, unos cinco años de laburo, así que no paré hasta ahora. Digamos que la película, al tener todo ese material de archivo que me gusta mirar comenzó por ese lado, algo que al mismo tiempo me permitió descubrir más cosas del mismo periodo”.
La idea de Gallo siempre fue trabajar con material televisivo, lo que motivó no pensar en otra estructura del formato documental. “Con esta película siempre pensé en un contexto de documental, y de hecho fue uno de los desafíos a tomar. Yo nací en 1980 y me crié con la televisión; quizás la gente o los jóvenes no miran tanta televisión, sino que miran más propuestas como YouTube, pero ese no es mi caso. Cuando comencé a pensar en esta película me pregunté sobre la idea de hacer un film con material pensado para la televisión, sobre todo porque el material que se ve es de los varios canales de la televisión pública de ese momento”, aclara el director.
Contar con las imágenes y el valor que ellas todavía contienen no fue fácil para Gallo. Sin embargo, la búsqueda y la insistencia del director fueron premiadas. “Fue difícil dar con todo ese material. Había un archivo conocido como Prisma y que estaba disponible en internet. Bajé todo ese material en un principio y trabajé con eso de manera offline porque estaba en baja calidad. Más tarde me dejaron ver en Canal 7 mucho material, pero también en el Archivo General de la Nación pude ver mucho. De a poco y con todo eso fui armando todo lo que podrán ver en pantalla. En definitiva, creo que la película refleja un periodo de nuestras vidas que se complementa con las imágenes de época. Espero que todos puedan disfrutarlo para tomar conciencia de todo ese pasado cercano”, concluye el director de 1982.