Javier Milei, el precandidato presidencial de La Liberad Avanza, no utilizará la competencia de las primarias y no protagonizará ninguna contienda interna. Sin embargo el resultado que obtenga este domingo en las PASO será determinante para el futuro del economista de ultraderecha. Será candidato presidencial a partir de este lunes para medirse en las generales del 22 de octubre.
A partir de las ocho de la mañana, la mayor pregunta girará en torno al nivel de adhesiones que coseche el apellido Milei en el cuarto oscuro, luego de una serie de comicios provinciales donde los candidatos de LLA tuvieron pésimos resultados. El precandidato buscó despegarse de casi todas las elecciones desdobladas. En su entorno descartan por completo los antecedentes: aseguran que la clave pasa por el desempeño de Milei y el nivel de adhesión que registre hoy.
El interrogante no es menor. Milei viene de atravesar una etapa de estancamiento en su posicionamiento. Eso lo sacó de un hipotético escenario de tres tercios frente al oficialismo y JxC y quedó a merced de una foto de cuatro cuartos, donde la cuarta porción pertenece al voto en blanco y al desánimo para participar de estos comicios. Si una porción de los apoyos para el candidato de ultraderecha vienen del sector más joven del electorado, es posible que la baja participación atente contra esa posibilidad.
El porcentaje que tenga Milei también permitirá conocer el alcance de la fuga de votos por ultraderecha que le quita a JxC o si se cristalizó ese estancamiento tendiente a la baja que vendría beneficiando a Patricia Bullrich en la contienda que tiene con Horacio Rodríguez Larreta dentro de la coalición opositora. El economista dice que busca meterse en la segunda vuelta pero esas aspiraciones dependerán del desempeño que tenga acompañado por la diputada Victoria Villarruel como aspirante a vicepresidenta.
Milei también podría quitarle votos al oficialismo, pero la cosecha de apoyos que tenga seguirán gravitando en torno a JxC y el desenlace de su interna. Durante los últimos 45 días la relación del economista con Bullrich ha empeorado significativamente. Está convencido de que ella impulsó la mayoría de las «operaciones» en su contra durante esta etapa de la campaña. Los puentes estarían cortados entre ambos. No sucede lo mismo con el expresidente Mauricio Macri, que este lunes lo llamó a Milei para felicitarlo por su cierre de campaña junto al legislador y precandidato a jefe de Gobierno porteño Ramiro Marra.
Otro capítulo es el interior, donde finalmente se develará si hay una relación directa entre los malos resultados de sus candidatos o si Milei tiene un vínculo directo con ese electorado que responde cuando lo ve en la boleta. ¿Es sólo un fenómeno porteño y del área metropolitana?, se preguntan quienes estudian la evolución de sus adhesiones, sin perder de vista que el comportamiento que despierte en el Conurbano será otro termómetro clave, especialmente en la tercera y en la primera sección electoral.
Todavía no hay respuestas sobre el comportamiento que podría tener el voto de Milei si Bullrich le gana a Larreta en la interna de JxC. Tampoco si sucede al revés y especialmente con el destino del voto de Bullrich en caso de que ella pierda y sus seguidores no digieran a Rodríguez Larreta.
Con interrogantes de semejante calibre sobre su futuro, Milei tiene varios obstáculos por delante cuando conozca el veredicto inicial de las urnas de este domingo. Podrían profundizar los cálculos que le nublan el horizonte, sobre una presunta caída que no remonta, o podrían devolverlo a la euforia que le permita olvidar los errores cometidos y los crujidos internos que marcaron esta etapa de su campaña.