Si el Gobierno Nacional no nombra un presidente para el Instituto Nacional de Yerba Mate (INYM), no habrá producción en 2025. Este es el mensaje que están enviando yerbateros, trabajadores rurales y cooperativas que ven cómo luego del DNU 70/2023 de Javier Milei, se desreguló el mercado, ya no se fijan los precios y las grandes empresas les pagan miserias por la hoja verde y la yerba canchada.

El conflicto parecía escalar a fondo cuando los productores de yerba mate de la localidad de Comandante Andresito, Misiones, decidieron comenzar con protestas pacíficas en diferentes rutas o cese de actividades. Por ello, el Gobernador de la Provincia, Hugo Passalacqua, los recibió el sábado pasado y se comprometió a interceder para que Milei designe un nuevo titular en el INYM, a través de la Secretaría de Agricultura de la Nación.

Consultado sobre el conflicto, Jonás Peterson, ex director del INYM, le dijo a ANSOL: «Creo que de a poco se está dando el momento (de protestar), y Andresito tomó la posta, así que no vamos a iniciar la cosecha de verano, y vamos a empezar a hacer reuniones para unir fuerzas y endurecer las medidas, porque lo más importante que necesitamos es que nos devuelvan el INYM».

Peterson aseguró que «con un grupo de Misiones vamos a ir a Buenos Aires el 5 de diciembre en la marcha federal de lucha». Sobre cómo se destrabaría el conflicto, envió una clara señal: «Queremos un precio mínimo de $450 (el kilo de la hoja verde, con tres se obtiene un kilo de yerba común)».

Por su parte, Jorge Skripczuk, presidente de la organización Impulso Yerbatero, expresó: «El sábado nos recibió el Gobernador de la Provincia, donde le pedimos que interceda para que se nombre un presidente en el INYM, y se comprometió en pedírselo de manera urgente al Jefe de Gabinete, Guillermo Francos«.

Más allá de esa respuesta, la semana comenzó con algunas manifestaciones pacíficas. El plazo de espera es hasta el lunes o martes de la semana que viene, y si no hay respuestas favorables, se profundizará la medida de fuerza.

Impulso Yerbatero es una asociación civil que agrupa a productores del mate, pero que además busca incluir a otros sectores agropecuarios. Skripczuk insistió con que «producto de la desregulación las grandes empresas hacen sus negocios y alguien se queda con la diferencia, porque a los productores nos terminaron pagando 150 o 160 pesos el kilo en secaderos».

Ese precio no aumentó en todo el año para el productor, pero en la góndola los paquetes si se encarecieron. Además, a la crisis se suma que «ahora aparecen marcas nuevas, con leyendas de orgánicas, que tienen unos precios excepcionales», remarcó.

«Venimos bregando luego del famoso DNU que desreguló la producción de yerba mate y la importación de productos de la canasta básica que afecta a la producción misionera, y vamos a acompañar las medidas con algunas movilizaciones pacíficas y no iniciando la zafriña y, si esto no mejora, tampoco la cosecha gruesa, que debería comenzar en marzo«, aseguró el presidente de Impulso Yerbatero.

Mabel Acosta, gerente comercial de Titrayjú, por su parte graficó la situación en Misiones: «Tenemos que estar todos en esto, los técnicos, las pymes, los comercios, los hospitales, la gente que está quedando afuera porque acá todos viven de la yerba, si los yerbateros están mal, van a estar todos quebrados, hasta los mecánicos».

Fuentes del sector le dijeron a este medio que confían en que «se va a resolver el tema del directorio del INYM, pero a nosotros nos van a dejar afuera», por las cooperativas y pequeños productores. De esta forma, el Gobierno dejó escalar un conflicto sensible para los argentinos: el que puede dejar vacías las góndolas de yerba en almacenes y supermercados.