Estamos frente al mismo sistema económico, en términos estructurales, que tenía José Alfredo Martínez de Hoz. En primer lugar, está lo que denominamos en CESO como populismo financiero: sostener el valor del dólar sobre la base del endeudamiento externo. Esta política tiene similitudes en lo que se conoce como la época de la «plata dulce» y también con el ‘1 a 1’ de Domingo Cavallo. Se complementa con un repunte en la obra pública, muy parecido también al de la época de los militares, aunque bastante menor, manteniendo a la vez una posición muy dura en materia salarial y con los sectores productivos.
La política de apertura importadora con dólar barato se utiliza para consolidar el apoyo del núcleo duro de la base social del PRO, que son los sectores medios-altos. En tanto, la obra pública está direccionada a los distritos que ellos manejan y esto apunta a consolidar su base territorial.
Esta política económica tiene dos nexos comunicantes con estrategias de mediano y largo plazo, muy parecidas tanto a las desplegadas en época de los militares como en la de Cavallo: el dólar barato con apertura importadora intenta crear el consenso social a favor de una agenda destinada a bajar el costo laboral, el costo impositivo y el costo empresarial; a largo plazo, el endeudamiento como cepo a futuro.
Por un lado, promocionan que los sindicatos empiecen a aceptar la precarización laboral, so pena de que si no, no se puede competir; empiezan a presionar los empresarios con una agenda de bajar impuestos y cargas sociales para ser competitivos; se van destruyendo líneas de producción de sectores que desde el gobierno consideran que no son viables: electrónicas, textil, calzado, líneas blancas, etc., estrategia que es buscada para bajar lo que denominan como el empresario ineficiente.
Por otro lado, como estrategia a largo plazo, se genera un nivel de endeudamiento que condiciona a cualquier otro futuro gobierno, de manera tal que no puedan cambiar las reglas principales de la política económica. Esto lo sufrió, por ejemplo, el gobierno de Raúl Alfonsín. «