«Será el paro más contundente de los últimos años». Así se refirió el viernes pasado  el triunviro Juan Carlos Schmid, sobre la huelga de 24 horas que se realizará mañana en todo el país. El dirigente sindical descuenta la existencia de una fuerte tendencia a la adhesión a la medida de fuerza a partir del descontento generado por la pérdida del poder adquisitivo del salario y la persistencia de los despidos en todos los sectores de la economía. A esa situación se suma la percepción de que la situación se agravará a partir de la reciente devaluación y las condiciones que impone el acuerdo con el FMI.

El clima de movilización popular, además, se ha recalentado a partir de los debates alrededor del derecho al aborto que, hace pocos días, puso a centenares de miles de personas en la calle.

Pero además, y como expresión del mismo clima, a diferencia de los otros paros que resolvió la CGT contra este gobierno, el de mañana cuenta con la adhesión de prácticamente todas las expresiones del movimiento obrero del país.

La única excepción son los sindicatos agrupados en las 62 Organizaciones que, según pudo saber este diario a través de voceros de prensa de la UATRE, que lidera ese espacio, optaron por no adherir. Sin embargo, ese agrupamiento viene de sufrir la escisión de unos 30 sindicatos que sí participarán de la medida y que incluso, en boca de uno de sus principales voceros, aseguran haber sido «los mentores del paro». La misma fuente explicó que «las 62 están en disolución, los pocos sindicatos que quedaron ni siquiera se reúnen».

La integración de un sector de las 62 Organizaciones al paro fue el corolario de otras adhesiones previas, como la de los más de 30 sindicatos que integran el Movimiento de Acción Sindical Argentina (MASA), que lideran los taxistas de Omar Viviani y los ferroviarios de Sergio Sasia, y que no habían participado de la medida del 18 de diciembre pasado al igual que otros gremios del transporte, como la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y La Fraternidad.

El paro también cuenta con la adhesión de la CTA de los Trabajadores, liderada por Hugo Yasky, que ostenta la representación mayoritaria de los docentes de todo el país así como las dos fracciones que se disputan la CTA Autónoma, tanto la de Pablo Micheli como la de Hugo Godoy, dirigente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). Del mismo modo participarán del paro los más de 35 sindicatos combativos que, liderados por el Sindicato Único de Trabajadores del Neumático de la Argentina (SUTNA), la seccional Haedo de la Unión Ferroviaria, la CTA de Mendoza, Adosac (docentes de Santa Cruz) y AGD-UBA entre otros, en el día de ayer reunieron a más de 4 mil delegados de todo el país en el microestadio de Lanús donde votaron un programa propio y un plan de acción a la vez que ratificaron su participación del paro de 24 horas pero dándole un carácter activo a través más de 40 cortes y actos en todo el país. La misma actitud definió la fracción de la CTA Autónoma liderada por Hugo «Cachorro» Godoy que aportará otras 25 acciones, algunas de ellas organizadas con la Corriente Clasista y Combativa. Las otras dos organizaciones sociales que integran con la CCC el triunvirato piquetero, la CTEP y Barrios de Pie, decidieron adherir a la medida sin movilización, acatando la modalidad dispuesta por los convocantes.

Así las cosas, y más allá de la unidad de acción a la hora de acatar la medida, por un lado, y las divergencias que existen entre las fracciones que integran la CGT por el otro, mañana se expondrán dos orientaciones bien disímiles de cómo encarar la lucha contra el ajuste. Para quienes defienden la modalidad de paro activo será la oportunidad de plantear la necesidad de la continuidad a través de un plan de lucha.

Hugo «Cachorro» Godoy, de la CTA Autónoma, explicó a Tiempo que «vamos a hacer un paro activo con actividades en distintos puntos del país». Y agregó: «Va a ser un paro muy importante. Va a mostrar el repudio generalizado de la clase trabajadora a la política económica y social del gobierno. Con el acuerdo firmado con el FMI el gobierno abrió las puertas del infierno social. Si el gobierno no cambia su actitud van a continuar las medidas de fuerza».

Para Alejandro Crespo, secretario General del SUTNA (Neumático), efectivamente, detrás del carácter activo o no del paro se expresan dos estrategias: «El momento que estamos viviendo amerita un paro activo y no lo que está haciendo la CGT. Lo resolvieron en forma tardía y con un formato que busca no darle continuidad. Se supone que una medida es para traer soluciones a los trabajadores y, si no se consigue, seguir adelante. La CGT no tiene esa intención. Poniendo a los trabajadores en la calle creamos las condiciones de un plan de lucha».

En tanto, para el ferroviario Sasia, «nosotros acatamos la medida tal como fue convocada. Cada uno decide cómo hace las convocatorias y cómo participa». Consultado sobre la continuidad, le dijo a Tiempo que «el debate es cómo tener una CGT fuerte y unida. Vamos a trabajar en función de la reunificación pautada para el 22 de agosto. Esa es la opinión de muchos sindicatos. Nuestro desafío es proponer seis o siete puntos para confluir». «