El rating del programa más visto de la televisión marcaba 26,1 puntos el domingo a la noche. La gala de eliminación de Gran Hermano culminó con la salida de uno de los personajes más controvertidos «Alfa» que, como es tradición, debía viajar en ese momento hasta el estudio para ser recibido por el conductor Santiago Del Moro. Al salir al jardín de la casa con sus compañeros y compañeras se escucharon bombos y petardos que fueron atribuidos por el mismo Alfa a los “perucas”, en despectiva referencia a la pertenencia política de quien lo terminara eliminando, la participante Romina quien fuera diputada nacional por el Frente de Todos.
Alfa no pudo llegar al estudio por “cuestiones de fuerza mayor” según señaló Del Moro en vivo y prometió la visita del participante para el día siguiente. Más tarde se sabría que, los bombos y los petardos, no habían sido en apoyo a Romina sino que formaban parte de una manifestación de trabajadores de la TV que aprovecharon la alta exposición del programa para visualizar su reclamo.
Ocurre que el Sindicato Argentino de Televisión (SAT) se encuentra atravesando un largo conflicto que comenzó en enero por la revisión de su acuerdo paritario y que no encuentra solución a pesar de la intervención directa del ministerio de Trabajo.
El SAT reclama un 24% de aumento sobre los salarios de septiembre para el período enero-marzo para llevar su acuerdo paritario por encima de la inflación. En el período paritario anterior que fue de octubre de 2021 a octubre 2022 habían acumulado una suba del 83%. Entre octubre y diciembre de 2022 ya habían acordado un 18%. Las patronales ofrecieron un 12% que luego elevaron hasta un 17%. El conflicto no pudo cerrarse a pesar de la propuesta que acercó la cartera laboral y que el propio sindicato había aceptado en detrimento de su reclamo de un incremento del 24% levantando un paro pautado para el 25 de enero. Las empresas, sin embargo, rechazaron la propuesta ministerial llevando al naufragio el potencial acuerdo.
Ante el nuevo escenario el SAT convocó a otro paro para el 27 de ese mes que no pudo concretarse como resultado de la conciliación obligatoria que dictó la cartera laboral. En un comunicado, el sindicato señaló que “lo llamativo no fue esta nueva muestra de falta de sensibilidad y predisposición brindada por el sector empresario, sino el sorprendente cambio de postura del ministerio. primero, retirando su propuesta. Luego, sugiriendo que quizás debamos ser los trabajadores y las trabajadoras quienes debamos hacer un nuevo esfuerzo, para poder cerrar esta paritaria. Y finalmente, dictando la conciliación obligatoria e impidiendo la posibilidad de realizar medidas gremiales hasta el próximo 26 de febrero”.
Así las cosas, el sindicato decidió realizar acciones de visibilidad en diferentes programas de TV como una forma de eludir la conciliación obligatoria y el miércoles marcharán desde la Plaza de los Dos Congresos hasta la sede de la Avenida Callao del ministerio de Trabajo donde se realizará una nueva audiencia paritaria con las cámaras ATA y CAPIT.
Desde el sindicato adelantan que no estarán dispuestos a formar una paritaria que no garantice una recomposición salarial y que volverán a convocar a un nuevo paro una vez concluída la conciliación obligatoria.
En declaraciones a la Agencia Télam, Pablo Storino miembro del Consejo Directivo del SAT SAID señaló que “esta situación ha llegado a un límite en el cual los trabajadores están reclamándonos que esta situación se revierta, teniendo en cuenta que hemos perdido salario durante el macrismo y también en las últimas paritarias cerramos paritarias por debajo de la inflación”. Por eso, explicó, “la decisión de este sindicato es no volver a cerrar salarios por debajo de la inflación” y “comenzar a recuperar algunos puntos salariales de todo lo que perdimos en el Gobierno de Alberto Fernández y los 20 puntos durante el macrismo”.