Los funcionarios de Desarrollo Social y los representantes del Polo Obrero y Barrios de Pie, además de una veintena de movimientos sociales, acordaron en la mañana del viernes la aplicación de los reclamos de reapertura de la inscripción a los programas sociales y el de mayor asistencia a los comedores populares.
Ello sucedió tras una negociación que arrancó a primera hora del día tras horas de una pulseada la noche del jueves, que incluyó amenazas de represión policial para obligar a los piqueteros a desalojar el acampe que estaban instalando en las puertas de la cartera que dirige Carolina Stanley.
Queda pendiente un tercer reclamo, el de aumento de los valores de los programas. El gobierno nacional dispuso el martes un aumento escalonado que los coloca en $6.500 en $ 7.500 en julio y que las organizaciones consideran “completamente insuficiente”.
Un mes de vueltas
El 20 de marzo confluyeron dos enormes movilizaciones de las organizaciones sociales en el centro porteño. Se calcula que participaron unas 200 mil personas. Las marchas demandaron el incremento del valor de los planes sociales, la extensión de la cobertura de los mismos, productos para los comedores comunitarios y la declaración de la emergencia alimentaria, entre otros reclamos.
En esa oportunidad, los funcionarios de Desarrollo Social se comprometieron a recibir a los representantes de los movimientos una semana después.
Sin embargo, tras los siete días no se produjo el encuentro porque Desarrollo Social decidió levantarlo de manera unilateral. Al día siguiente, el INDEC dio a conocer que casi tres millones más de argentinos cayeron en la pobreza en 2018. Stanley dijo que era “un día triste”, pero no recibió a los movimientos sociales.
Una semana después, y ante la falta de cualquier canal de diálogo, el sector de los movimientos sociales que encabezan el Polo Obrero y Barrios de Pie inició un acampe en Desarrollo Social luego de la marcha de la CGT y el resto del sindicalismo, en la tarde del jueves 4.
En esa oportunidad, y tras horas de tensión porque el gobierno respondió con la amenaza de represión policial, los piqueteros resolvieron levantar el acampe ante nuevos compromisos de los funcionarios de empezar con las reuniones.
En la mañana del jueves, en tanto, se produjo una movilización del otro sector de los movimientos sociales, el que encabeza el llamado triunvirato piquetero de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie (está dividido en dos) y la CCC.
Este sector marchó a la ANSES para reclamar la restitución de los salarios sociales complementarios y los programas Hacemos Futuro “dados de baja sin justificación», según un documento que leyeron en el lugar.
El bloque también había resuelto llevar a cabo un acampe, decisión que revirtió tras alcanzar un acuerdo con el gobierno respecto del valor de los planes, que subieron un 25% hasta los valores ya mencionados.