La convocatoria a la movilización la resolvió el Consejo Directivo de la CGT el mismo día en que los trabajadores de Pepsi Co fueron brutalmente reprimidos y desalojados de la planta que ocupaban en defensa de sus puestos de trabajo.
La reacción de la cúpula de la central fue convocar a la movilización agendándola más de un mes después de la fecha de la convocatoria.
Si bien la decisión se fundamentó en el rechazo al modelo económico promovido por el gobierno, la represión de aquella mañana ejerció una presión particular sobre la conducción que no encontró margen para no anunciar medida alguna. En ese momento, además, se encontraba intervenido el sindicato de Canillitas. La marcha fue ratificada en el plenario de secretarios generales el 28 de julio en le microestadio de Ferro Carril Oeste.
Ante las versiones de una posible suspensión de la medida por parte de la conducción de la CGT los trabajadores de Pepsico, que se encuentran acampanado en la puerta del Congreso desde el desalojo, decidieron sostener la movilización con independencia de lo que la conducción resuelva. En este momento la Comisión Directiva de la central delibera acerca de la suspensión o no de la medida atravesada por rumores de que se podría producir una fractura.
Mediante un comunicado de prensa los delegados de PepsiCo manifestaron que pese a que la CGT está haciendo circular que se bajaría de la movilización del 22 de Agosto, los trabajadores de PepsiCo proponemos a todos los sindicatos y comisiones internas y organizaciones sociales que ven la necesidad de impulsar una movilización que sea parte de plan de lucha contra el ajuste y los despidos, a impulsar una convocatoria común para ese día, con un acto donde puedan expresarse los principales conflictos de este momento.
Para eso, convocan a una reunión de solidaridad y coordinación de la marcha para el día de mañana jueves a las 19 horas en las instalaciones del Hotel Bauen.
En el comunicado, además, sostienen que mantener y profundizar una tregua con el gobierno de Macri por parte de los dirigentes de la CGT en medio de los miles de despidos, paritarias a la baja y pérdida de poder adquisitivo y tarifazos, sólo puede llevar a que los planes del gobierno y las grandes patronales se descarguen con más fuerza sobre el pueblo trabajador.