Mientras busca reducir los “impuestos al trabajo”, el gobierno nacional avanzará por otros frentes con su reforma laboral e intentará durante este año clave, por las elecciones legislativas, poner un techo a las paritarias.

Según adelantó el diario La Nación, a través del Ministerio de Trabajo se impulsará un máximo de aumentos del 20 por ciento en las negociaciones salariales de este año, muy por debajo de los índices de inflación de 2016, que superaron el 40 por ciento y a eso se sumará en los primeros meses del año los incrementos de los servicios y combustibles.

Un primer intento lo realizó la gobernador bonaerense María Eugenia Vidal, quien propuso a los docentes de su provincia un incremento del 18 por ciento, pero la oferta ya fue rechazada por los gremios.

El panorama no parece muy alentador para el gobierno de Cambiemos y se anticipa un año conflictivo.

A eso se sumará además la disputa que ya adelantaron los gremios ante los intentos de flexibilización laboral, luego de conocerse que se impulsará nuevamente desde el Estado un sistema de pasantías para jóvenes.

Así lo adelantó el secretario de Empleo, Miguel Ángel Ponte, ex gerente de Techint, quien señaló que no hay que “matar a todos los perros porque uno esté rabioso», en relación a la mala experiencia que hubo en el país con las pasantías durante el menemismo, cuando se convirtieron en una forma de flexibilización laboral por parte de las grandes empresas.

«La posibilidad de entrada y salida del mundo laboral es una esencia de ese mundo. Como en el organismo lo es comer y descomer», agregó.

Pablo Micheli, secretario general de la CTA autónoma, ya adelantó su oposición en diálogo con Radio 10. “En una reunión con Triaca el año pasado le planteamos la preocupación por el tema de la reforma laboral y avanzar sobre derechos adquiridos, consagrados en la ley de contratos de trabajo. Esto ha tenido resultados terribles para el país pero fue muy beneficioso para los grupos económicos concentrados”, detalló y agregó: “El gobierno insiste con viejas recetas y no genera trabajo digno”.

Estas medidas se anticipan como parte de un plan de reforma laboral más global que impulsa el gobierno. Ya lo adelantó el nuevo ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, al asegurar que le parecían “ridículos” los “impuestos al trabajo” que deben pagar las empresas como cargas patronales.

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, también señaló que buscarán discutir cambios en los convenios colectivos de trabajo.