Casi 400 oradores hablaron en la primera Audiencia Pública (AP) de Revisión Integral Tarifaria (RTI) por la boleta del gas, allá por septiembre, cuando se debatió el aumento de las empresas productoras. Tres días duró esa AP, de viernes a domingo. Organizaciones sociales y partidos políticos movilizaron cientos de personas en las inmediaciones. Hoy se llevó a cabo otra AP para discutir el aumento que recibirán las empresas distribuidoras de gas en Buenos Aires. En las 4 horas que duró, hubo poco más de 20 oradores, con muchos ausentes, y con escasa participación de políticos, de organizaciones sociales y de defensa al consumidor.
La resignación que provocan las convocatorias está directamente vinculada a los resultados de las AP anteriores, que no lograron mover la aguja fijada por el Gobierno y por las empresas. Esto se traduce en una escasa participación, en audiencias que poco tienen de públicas.
Para cumplir con el trámite que en su momento exigió la Corte Suprema, Enargas convocó a una nueva AP, en la que las empresas Metrogas y Gas BAN expusieron sus propuestas de aumento tarifario, mientras que algunos oradores de defensa al consumidor y de políticos de la oposición repitieron los argumentos que no fueron escuchados en las audiencias anteriores.
Sin especificar demasiado cómo llegó a esos números, el representante de Metrogas José Luis Fernández explicó que la factura mínima mensual debe pasar de unos $200 que se abona hoy, a $350 (bimestrales). La suba va a ser 100 o 150 pesos más, redondeó el orador, que llegó a ese cálculo a partir de un aumento del cargo fijo de $254 bimestrales y de una suba variable.
Por su parte, Gas BAN sí presentó un modelo más detallado y, sobre todo, más caro. Hoy, las facturas mínimas (la gran mayoría) rondan los $250 mensuales. Jorge Niemetz explicó que los nuevos valores deben estar entre $450 y $600. Un porcentaje menor de clientes de Gas BAN, que hoy pagan unos $600, deberán pagar entre $900 y $1.100. La tercera categoría de consumidores (menos del 10%) pagarán una factura de entre $1.500 y $2.000. En tanto, el 2% de los clientes abonarán unos $2.800. Metrogas no mencionó estas dos últimas categorías.
Los números expresados por ambas empresas son, en términos porcentuales, mucho mayores a los anunciados. Gas BAN, había vaticinado un 33% promedio, mientras que Metrogas hablaba de 27 por ciento. En la tarifa mínima pedida por Metrogas, la suba llega casi al 60%, mientras que en el proyecto de Gas BAN, el aumento puede llegar al 140 por ciento. En el caso de Gas BAN, el promedio de las cuatro escalas ronda el 90% de suba. Metrogas no informó sobre algunas escalas, por lo cual no se puede hacer un promedio.
Vale recordar que el precio de la factura de gas creció en un 400% para los residenciales, luego de la mencionada AP de septiembre. Estos nuevos aumentos serían sobre la boleta ya engrosada. Todo, sujeto al frágil valor del peso con respecto al dólar, ya que las tarifas fueron dolarizadas.
El vacío de la sala Juan Pablo II de la sede de la UCA en Puerto Madero indica que muchos tiraron la toalla. Sin embargo, los políticos y las organizaciones que sí asistieron, pegaron fuerte: reclamaron a las empresas por la falta de inversiones en la última década, pese a los gruesos subsidios que recibía por parte del Estado; recordaron la angustiantes situación de las PyMEs, de los clubes de barrio, de los jubilados; pidieron por la continuidad, la expansión y garantías de fácil acceso a la tarifa social, y cuestionaron tanto los aumentos desmedidos y prohibitivos como la dolarización de la tarifa. Finalmente, el Enargas fue también foco de críticas, al estar acusado de operar a favor de las empresas, en lugar de controlarlas y de cuidar al consumidor.