Los usuarios de los colectivos de corta y media distancia están a la expectativa de lo que resolverán esta semana las empresas del sector y el Ministerio de Transporte de la Nación, que sigue sin confirmar los subsidios que las firmas reclaman como necesarios para no tener que modificar significativamente las tarifas.
En una primera reunión la semana pasada, el ministro Guillermo Dietrich resistió la aprobación de una partida de 60 mil millones de pesos que reclaman las firmas y planteó una contraoferta con un tope de 52 mil millones, que resultó rechazada por los dirigentes privados. Tras ese encuentro los empresarios amenazaron con medidas, pero con el paso de las horas las aguas se calmaron. Y ahora se alistan para solicitar que la diferencia de la discordia se financie con la exención del IVA en las compras de insumos por parte de las empresas.
Además, los empresarios ahora le bajan el tono al aumento del boleto mínimo a 11 pesos, la cifra que circuló la semana pasada al calor de la fallida negociación con Dietrich. De todos modos, todo está por resolverse en el encuentro definitivo, que no tiene fecha confirmada pero, según aseguran referentes de ambas partes, será entre la tarde del miércoles y la mañana del jueves.
Un referente empresario que la semana pasada debatió con Dietrich indicó que, según los números consensuados entre todas las cámaras privadas, el costo técnico del boleto promedio es de $18. Sin embargo, en la última reunión ministro objetó los precios que presentaron las empresas para algunos de los insumos. Por estas horas, el Ministerio se encuentra, según se comprometió, rehaciendo sus cuentas para disponer una nueva oferta o para anunciar que mantiene su último ofrecimiento.
En 2016 aceptamos una estructura de costos menores a los reales por pedido del gobierno, pero este año no volvimos a la normalidad, señaló una fuente empresaria, que agregó: Este año el gobierno quiere darle otra vuelta de rosca a lo de 2016, pero ya se empieza a desmejorar la calidad del servicio. Lejos del enojo de la semana pasada, la misma fuente reconoció que la participación del Estado argentino en la tarifa de colectivos está en el orden del 60%, en sintonía con el promedio de ciudades de países desarrollados (en Barcelona, por ejemplo, está subsidiado el 56% del pasaje, mientras que en Bruselas, el 68%) y que «hay muchas formas de resolver el precio de la tarifa», más allá de lo estrictamente relacionado con el subsidio.
El Estado puede ordenar que demos menos servicios o implementar medidas impositivas que sirvan para mejorar la ecuación del transporte. Como por ejemplo, retirar el IVA a la compra de insumos, indicó un empresario con base en la provincia de Buenos Aires. Siempre hay medidas, hay que ver si Dietrich muestra predisposición para sacar adelante la situación, concluyó el dirigente.