En octubre de este año las ventas en supermercados exhibieron un crecimiento del 57% con relación al mismo mes de 2020. En términos reales se trata de un crecimiento del 5,2% que consolida un raid de subas que ya acumula cinco meses consecutivos según el relevamiento que realiza el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Con relación al mes anterior se registró una suba en términos corrientes del 10 por ciento.
Al mismo tiempo se conoció el informe de autoservicios mayoristas y de centros de compras que arrojaron sendos crecimientos interanuales en términos reales del 4% y 160% respectivamente.
En el caso de los centros mayoristas ya suman siete meses consecutivos de subas y acumulan un crecimiento en las ventas del 5,4% en términos reales en los primeros diez meses del año. En el mismo período del año anterior, además, habían crecido un 6,8%.
El boom de los centros de compras se explica fundamentalmente por la normalización de su actividad en contraste con lo que ocurría el mismo mes del año anterior.
En lo que se refiere a los supermercados se trata del quinto mes consecutivo de subas luego de un leve retroceso en mayo y registros de caídas muy sensibles en los meses de febrero y marzo con relación a los mismos meses del año 2020 todavía no impactados por la pandemia. Así las cosas, en el acumulado de los diez primeros meses del año, se registra una suba del 0,7% con relación al mismo período del año anterior.
Las ventas en octubre totalizaron los $140.382 millones. Un dato curioso que también refleja la normalización del proceso económico y la actitud de los consumidores es el retroceso relativo de las ventas on line que, en el comparativo interanual, se contrajeron un 2,5% y hoy explican el 3,2% de las ventas totales.
Desde el punto de vista de la modalidad de pago resalta que el 35,5% de las operaciones se realizaron con tarjeta de crédito mientras que un 28,3% se hicieron con débito y un 30,8% mediante el uso de dinero en efectivo.
A la hora de desglosar por productos resalta el incremento en la venta de bebidas, productos de rotisería, panadería, carnes e indumentaria que registraron valores subas en términos corrientes superiores al promedio del 57% a diferencia de los productos electrónicos y del hogar que apenas crecieron un 35,2%. Lo mismo ocurrió con productos de verdulería que registraron una suba interanual del 36,4%, muy por debajo del promedio y de la suba de precios.
El crecimiento sostenido de la actividad que refleja una reactivación del consumo, contrasta con la situación de los trabajadores del sector que, a contramano de las ventas, en el caso de los supermercados perdieron un 1,8% de los puestos de trabajo y registraron una suba de los salarios en forma interanual del 37,3%, muy por detrás de la inflación del período que alcanzó un 52,1% y dio como resultado una caída del poder adquisitivo del orden del 10%.
Los autoservicios mayoristas, de la mano del crecimiento acumulado incrementaron sus dotaciones en un 4% pero los salarios de sus trabajadores sin cargos jerárquico se incrementaron un 41,2%, casi once puntos detrás de los precios.