La morosidad de las familias con los bancos pegó un fuerte salto en el último año, según un informe del Banco Central (BCRA). La autoridad monetaria señaló en su reciente “Informe sobre Bancos”, actualizado al mes de octubre, que “la mora de las financiaciones a los hogares se situó en 3,8% de la cartera total a dicho sector en octubre”. El BCRA indicó que se registró un incremento leve con respecto al valor de la mora en octubre pero admitió que la comparación interanual arrojó un alza de 0,8 puntos porcentuales, equivalente a un incremento de casi el 30%.
La entidad que dirige Guido Sandleris sostuvo que los créditos que las familias menos honraron fueron los destinados al consumo (tanto personales como en tarjetas de crédito), en menor medida los prendarios.
Respecto de los hipotecarios, se mantuvieron “sin cambios sus niveles de irregularidad, en 0,2%” en octubre. “Dentro de este segmento, el coeficiente de morosidad de aquellos denominados en UVA se ubicó en 0,14%”, un nivel bajo, informó el BCRA.
La suba de la mora es el resultado de las mayores dificultades de las familias para cumplir con todos sus compromisos, desde aquellos vinculados con el pago de los bienes y servicios que permiten la vida cotidiana, hasta los préstamos que tomaron. La caída del poder adquisitivo de los salarios y las tasas de interés en torno del ciento por ciento hacen que sea cada vez más difícil con ellos.
Incluso, de acuerdo con estudios parciales, las familias comienzan a tomar cada vez más créditos para sostener sus gastos corrientes, como el consumo de alimentos y el pago de los servicios públicos. Habitualmente, la herramienta elegida para ello es la tarjeta de crédito.
Según el BCRA, la morosidad más elevada en los préstamos a las familias se registró en San Luis, Santiago del Estero y Formosa.
Los bancos privados fueron los que más sufrieron el incremento de la morosidad. En cambio, “el coeficiente de irregularidad de las financiaciones al sector privado de los bancos públicos se mantuvo sin cambios de magnitud en el período”.
Además, indicó que “a pesar del aumento observado en los últimos meses, este indicador aún se mantiene en niveles bajos respecto a los observados años atrás y a otras economías de la región”.
Con todo, el aumento de la morosidad de las familias es una constante desde 2015. El nivel registrado en octubre último es el más alto para ese mes desde el año 2009, cuando llegó al 5,5%.