Cargill concluyó su lock out tras cinco días sin operaciones productivas ni comerciales en ninguna de las dos plantas que posee en la Argentina. Los 400 trabajadores (250 en Gobernador Gálvez, al sur de Rosario, Santa Fe, y otros 150 en Bahía Blanca) ingresaron a realizar sus tareas este martes 10. Con todo, el problema central sigue vigente: el despido de 44 trabajadores de la planta de Gálvez en febrero, lo que derivó en medidas de fuerza del Sindicato de Obreros Aceiteros de Rosario y de la Federación nacional que los agrupa.

Durante la jornada, los delegados y los representantes de la empresa mantuvieron un encuentro en el que se discutió el tema de los despidos, pero no hubo acuerdo.

Según el portal Agricensus, el delegado Sergio Díaz aseguró que continuarán con los paros en los próximos días en la medida en que no haya respuesta a los despidos. “No estamos preparando una medida de acción para hoy (por el martes 10), pero continuaremos con estas protestas en reclamo de la reincorporación de los despedidos”, dijo.

El portal consignó que la agencia marítima Nabsa informó que estaba programada la carga trigo, maíz y grano de soja en ocho embarcaciones en el puerto que Cargill posee en Bahía Blanca en las próximas dos semanas.

El lunes 9 se realizó una audiencia en la sede que el Ministerio de Trabajo provincial tiene en Rosario, la que concluyó con gritos y forcejeos entre las partes.

La empresa emitió un comunicado en el que repudió “profundamente las agresiones sufridas por personal de la empresa a la salida de una audiencia en el Ministerio de Trabajo de la Provincia” y aseguró que “estos hechos atentan contra el canal de diálogo que se busca mantener. Asimismo, iniciaremos las acciones judiciales correspondientes para que los responsables reciban las sanciones que corresponden”.

Los aceiteros denunciaron que durante la audiencia en la cartera laboral, la empresa se negó a discutir los despidos y buscó que sólo se debatiera el cese de las medidas de fuerza por parte de los trabajadores.

Los aceiteros y la empresa mantienen otra pulseada por la demanda salarial de los trabajadores, del 27% mientras que Cargill, junto con el resto de las empresas del sector agrupadas en Ciara, ofrecen el 15%.